Inmortal comedia, del inmortal Lubitsch, protagonizada por el inmortal James Stewart. Una película de dulce encanto, de irresistible ingenuidad, con espirales de sonrisa transpirando por sus poros, apologista de los buenos sentimientos sin por ello quedar desfasada o ridiculamente bienintencionada (es lo que ocurre con los clásicos). No se si es por la presencia de Stewart pero esta película en particular me parece del estilo de un "Capra más acido, corrosivo e hilarante". Es mi favorita de Lubitsch despues (o junto a) ser o no ser. Cine a revindicar. Cine que ayuda a vivir.