James Bond descubre el cadáver del agente 003 en las heladas estepas de Siberia, encontrando en él un microchip, idéntico a un modelo fabricado en Gran Bretaña y que probablemente haya sido robado por un espía soviético que se había infiltrado en la compañía que los fabricaba.
Sus superiores piden a Bond que investigue a Max Zorin, multimillonario propietario de dicha compañía, y dueño de caballos que siempre ganan en las carreras en las que participan.
Bond descubre en la residencia de Max Zorin, un castillo en la campiña francesa, que el millonario implanta microchips a sus caballos para conseguir así su triunfo en las carreras, aunque, sin embargo, esto no es nada comparado con lo que Zorin persigue realmente con los microchips.
La misión de Bond consistirá en detener a Zorin y desbaratar sus planes, que van encaminados a provocar una catástrofe de gigantescas proporciones.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
La última película de Roger Moore fue este film, todo un espectáculo de acción y aventuras. La coherencia (algo inherente a toda la saga) puede brillar por su ausencia en más de un momento, pero cuando ví por primera vez la película en cine (es la única de Bond que he visto en cine sin contar las de Pierce Brosnan) tenía yo 11 años y lo que sé es que disfruté como un enano (aún a estas alturas aún tarareo a veces la canción del film, interpretada por Duran Duran, grupo de éxito en los ochenta).
La presencia de una felina Grace Jones y de un villano interpretado por Christopher Walken convierten a este film en uno de los mejores de la etapa Moore (al menos para mi gusto). Lo único que quizás "rayaría" un poco sería el propio Moore, que para estas alturas ya estaba muy viejo. Pero su sustituto, Timothy Dalton, no logró hacer aumentar el interés por una saga que cayó en picado hasta que entró en ella Pierce Brosnan.
Oscar Ferrer by Dusk
Ficha de Película enviada por dusk el 15 de Febrero de 2005