El profesor Paul Ward (Rains) trata de sacar a su familia de la relativa pobreza en la que viven tratando de inventar un aparato refrigerador para patentarlo y asi no tener que preocuparse más por el dinero, ayudado por su fiel alumno Peter Timble (Cooper), un niño rico que ve en el refrigerador la oportunidad de demostrarle a su padre que es inteligente y puede valerse por si mismo. Al mismo tiempo la esposa de Ward (Johnson) hará amistad con una vendedora a domicilio, Hanna (Bainter), a la que acabará contratando como cocinera y quién a su vez está en la ciudad para ver su hijo, Peter Timble, al que dió en adopción cuando sólo era un bebé.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Dramón lacrimógeno, muy en la línea de otros productos dirigidos por el própio Goulding, bastante aceptable aunque sin llegar a igualar otras obras similares de su filmografía como Amarga victoria, La gran mentira o su obra maestra La ninfa constante. En resumen, es un melodrama muy de la época, de buenos sentimientos y sacrificios, tal y como indica el título White banners (una especie de filosofia del personaje que Fay Bainter, que viene más o menos a decir que no hay que luchar ante las adversidades de la vida sino aceptar todo lo que viene con resignación). El reparto está realmente bien, aunque echo en falta que se le hubiese dado un poco más de empaque a los personajes de Kay Johnson y Bonita Granville ya que ambas están estupendas y da la impresión de que estan malgastadas. En cuanto a la hoy olvidada Fay Bainter, fue quizás una de las mejores actrices de reparto del Hollywood dorado, y merecería ser rescatada del olvido tal y como atestiguan sus interpretaciones en Olivia, White banners o la más moderna La calumnia.
Palmarés:
1 Nominación OSCAR:
Mejor Actriz (Bainter)
Joan
Ficha de Película enviada por Logan D. el 17 de Septiembre de 2008