Cuando Robert Kearns (Greg Kinnear) se entera de que los coches vienen equipados con una tecnología de limpieza que él inventó y patentó, pero que no consiguió vender con éxito, comienza una demanda con la industria del automóvil estadounidense por apropiación de su idea. Los Kearns eran una típica familia de Detroit en los años sesenta que vivía su versión del sueño americano. Bob, profesor en la universidad local, se casó con Phyllis (Lauren Graham) y tuvieron seis hijos antes de cumplir los cuarenta. Su vida no era fácil, pero se sentían felices. Bob inventó un aparato que llegaría a instalarse en todos los coches del mundo occidental, y los Kearns creyeron haber descubierto un filón de oro. Pero sus esperanzas se quedaron en agua de borrajas cuando los gigantes del automóvil, que tanto habían celebrado el invento de Bob, le hicieron a un lado. Primero le ignoraron, luego le amenazaron cuando Bob empezó una batalla legal que duraría años porque no podía olvidar lo que le habían hecho a su familia y a su futuro. Se convirtió en un hombre obsesionado por la justicia y por el convencimiento de que el trabajo de su vida, o el trabajo de cualquiera, debe ser reconocido por aquellos que se benefician de él.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Aunque carezca de originalidad y en más de un momento tenga pinta de telefilm se trata de una buena película.
Trata sobre la determinación más que otra cosa. Al protagonista le roban su idea y él hará todo lo posible para que se reconozca esta injusticia, más allá del tiempo, el dinero y los sacrificios que tenga que hacer.
Lo que la sostiene es la fantástica interpretación de Greg Kinnear, uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Muy bien también Alan Alda en lo poco que sale.
Merece un visionado.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 21 de Octubre de 2009