Para mí es una de las series más clásicas que he visto en mi infancia. Es muy tierna y aparte, a diferencia de lo que se puede encontrar a día de hoy en la televisión, cuenta con un factor muy interesante que es el incluir un dibujo animado a la realidad de las personas, algo que motiva a que los niños puedan disfrutar e imaginar otros seres y desarrollar una creatividad que le ayude en el día de mañana a idear ideas que pueden ser revolucionarias en el mundo económico o del marketing. Pienso que se deberían de volver a recuperar este estilo de dibujos y también los mensajes que transmitían.