Puntuación del crítico: 6 | Eres nuevo en la ciudad y tus pensamientos te colocan en lo más alto de las cupulas de poder. Sin embargo, antes de todo eso, hay que escalar, y desde lo más bajo. Pero eres una persona con excesos... ¿sabrás usarlo o te dominarán hasta el punto de hacer caer la torre que construyas?
Los simuladores de vida, o los juegos sociales, son todo un éxito. No creo que haya alguien aficionado a los videojuegos que desconozca la existencia de "Los Sims", una trilogía, con una cantidad ingente de packs que son todo un exito.
A partir de "Los Sims", se ha intentado rizar el rizo, sobre todo, añadiendole algo de picante al asunto, un detalle que en las aventuras de nuestros amiguetes sims no se trata con toda la libertad con la que podría tratarse. En ese terreno tenemos juegos como el de "Playboy". "7 Sins" no deja de ser la versión más picante aún de éste ultimo, lo que va dejando claro por dónde tira el videojuego.
Como antes comentaba, encarnamos a un recien llegado a la ciudad, que quiere llegar a los más altos puestos de poder. Para eso, empieza desde lo más bajo, trabajando en una tienda de ropa, joyas y colonia, para mujeres ricas (tampoco es lo más bajo, pero se entiende). Tendremos que ir cumpliendo misiones para lograr los objetivos propuestos, ir pasando a diferentes zonas de la ciudad y posicionarnos como el más importante hombre de negocios. Pero nadie dice que vayamos a conseguirlo de manera legal y honorable, ¿verdad?
El nombre del juego hace mención a los famosos pecados capitales: ira, lujuria, gula, pereza, soberbia, envidia y avaricia. Atentos, porque tendrán mucha importancia alrededor del juego, hasta el punto de que tendremos que controlarlos para poder ir avanzando sin demasiadas dificultades.
El juego nos empuja a ser perversos, pero con cuidado, ya que, superar el nivel de pecado nos llevará a no poder realizar más actuaciones malvadas. ¿Se puede actuar bien? Sí, claro, pero en muy pocas ocasiones. Para jugar, hay que liberarse, en todos los aspectos. Por ejemplo, en la tienda de ropa, iremos ganando dinero según trabajemos, pero también si robamos a nuestro jefe o encadilamos a alguna madurita rica para que nos ayude economicamente. Ahí es nada.
También, si estamos cansados, nos podremos echar una siesta en pleno trabajo (Pereza), romper ropa sin que nadie nos vea (Ira) o saciar nuestras ansisas sexuales con alguna clienta (Lujuria). Todo mediante dialogos y mini-juegos, sobre todo, mini-juegos, muchos de ellos, tremendamente adictivos y divertidos. Quizás, el principal problema del juego reside en que, una vez estamos en las fases más avanzadas los mini-juegos se repiten demasiado. También se le da mucho más importancia a la lujurua que a los demás pecados, así que, tened presente que los momentos calentorros serán muchos (y muy explicitos, aunque no llegan al cien por cien).
El juego es bastante original, y las fases, siete, muy diferentes aunque, al final, haya que hacer practicamente lo mismo en todas, en general, porque, estrictamente, no se puede hablar de hacer milimetricamente lo mismo. Sólo por el hecho de avanzar por las diferentes fases y llegar a la última (un despiporre) ya merece la pena el juego.
En principio, el juego engancha, pero con el tiempo puede llegar a hacerse repetitivo. Tengamos en cuenta que no es un videojuego con un gran argumento, graficos impresionantes, ni de los que no te dejan dormir, pero aún así, con todo el componente de pecado que tiene, resulta la mar de entretenido, perfecto para jugar a algo diferente.
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