Puntuación del crítico: 9 | Creo que pocos comiqueros en este país, desconocen a estas alturas, esta genial obra de Paco Roca que ganó el Premio Nacional del Cómic del 2008. Incluso, muchos no-comiqueros, pero amantes de la literatura, conocerán, aunque sea por encima, una de las obras cumbres del cómic de nuestro país de los últimos años. ¿Se cumplen las buenas criticas con esta obra? Sí, de sobras, aunque, en mi modesta opinión, el termino obra maestra no lo alcanza, aunque por muy poco.
Paco Roca nos cuenta una historia realista, bonita, bella, tragicómica sobre todo, con personajes encantadores, una trama que te agarra el corazón y no lo suelta, y una realidad que puede resultar graciosa, pero, como se dice, para no echarse a llorar. En medio de todo, un protagonista que ve, con una frustración con la que podemos empatizar, como va perdiendo la memoria paulatinamente, sin poder hacer nada para cambiarlo. En este aspecto, la historia se vuelva hasta terrorifica, aunque mejor no pensar mucho en que cualquier puede acabar como el protagonista; lo preferible es dirigirse hacia la parte cómica del trabajo de Roca, aunque sin dejar de lado la parte triste que nos presenta.
El cómic comienza con Emilio, el protagonista, siendo internado por su familia en una residencia. Allí, por medio de Miguel, irá conociendo a los demás residentes, sus historias personales, sus demencias, mientras él mismo va sufriendo Alzheimer. Una batalla contra el tiempo, que no puede ganar, y mientras ocurre, contemplamos a los diferentes ancianos y sus historias que nadan entre lo triste y lo cómico sin desequilibrar la balanza un apice: desde Miguel, gran personaje y autentico protagonista de la historia en mi opinión, hasta el propio Emilio, cuyo final es bien predecible (aunque vestido con una belleza sublime, tanto narrativa como graficamente), pasando por la anciana que guarda ketchup para su nieto, la anciana que no se separa de su marido enfermo de Alzheimer, la que teme que se la lleven los extraterrestres (tronchante la escena), o el anciano que recuerda sus logros de juventud, entre otros.
Si en lo relativo a la historia, Paco Roca se luce, en lo grafico, no se queda atras, con su trazo sencillo, con un dibujo más que apropiado, y una narrativa que muchos deberian envidiar (y seguro que lo hacen). La única pega que le encuentro al cómic es que la historia va por caminos demasiado predecibles, pero no es nada malo, en sí, simplemente, una pequeña pega que hace que este trabajo sea casi perfecto.
Creo que la mejor critica a este cómic viene de parte de cada uno, porque es una lectura que hace sentir, que provoca sensaciones en el lector, así que es mejor leerla, y disfrutarla. Además, sirve para reflexionar desde las primeras paginas hasta la ultima pues... ¿No vamos a acabar todos siendo ancianos?
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