A finales del siglo 18, se descubre en la Antártida una sustancia de alto contenido energético que revoluciona la tecnología a vapor. Equivalente victoriano de la energía nuclear, su uso militar aumenta las tensiones de la convulsa Europa en un clima cada vez más cercano a nuestra Guerra Fría. Éste es el mundo del que Sir Josiah Traveller, su sirviente Pocket, el periodista Holden y el diplomático Vicars se ven expulsados a bordo de la Faetón, una aeronave a vapor que no está pensada para el vuelo espacial.
Crítica
Puntuación del crítico: 6
Ucronía más ciencia ficción retro: Steampunk a lo bruto. Nos encontramos ante una variación de De la Tierra a la Luna, de Julio Verne, un mundo con dos lunas y los mismos problemas sociales del s. 19 que conocemos. El tono de fatalismo político, la confusión moral y el personaje de Traveller han sido desvergonzadamente copiados por Katsuhiro Otomo en su película Steamboy. El peor defecto que se le puede achacar al libro es que, aparte de verse atrapados en una nave tripulada por un loco y el problema de volver a la Tierra, a los personajes no les ocurre gran cosa. Lo mejor es la ambientación seudohistórica. A Stephen Baxter parece gustarle reescribir los clásicos a la luz de nuestra época, porque su novela Las naves del tiempo, continuación autorizada de La máquina del tiempo de Wells, presenta a Morlocks y Elois de manera muy distinta a como los recordábamos.
Ficha de Libro enviada por MANÍACO el 4 de Junio de 2006