Holdstock no es en absoluto un gran escritor, ni siquiera uno bueno. quien busque dominio del lenguje o de la narración en este libro está perdido. Pero eso es lo de menos. Esta una de esas obras que está pidiendo a gritos una adaptación cinematográfica que la inmortalice, porque, pese a todas sus deficiencias, la concepción de ese bosque mágico donde los mitagos cobran vida (dios, cómo recordaba a esta novela el trailer -y sólo el trailer- de El Bosque) y el enfrentamiento por la joven mitológica son algunos d elos plantemaientos má soriginales y sugestivos de un género que, por desgracia, cada vez parece más decidido a reducirse a una mera sucesión de batallitas entre buenos y malos.
Hay una continuación, Lavondyss, que tampoco aporta demasiado, aunque tenía también algunos buenos momentos (la penteración en el árbol, por ejemplo)