Una obra maestra absoluta de la literatura de todos los tiempos. Lírica, turbadora, con un halo trágico que se plasma en citas o simbolismos premonitorios, de una fuerza dramática sólo al alcance de un maestro. Una alegoría socio-política, pero también metafísica, sobre el poder y su afán de orden y sumisión, y las consecuencias que esto trae sobre los individuos que bajo él se hallan. También versa sobre la ambigua naturaleza humana. Un libro pesimista, sórdido, donde se mezcla realismo y surrealismo (esto último de una manera más tenue que en los libros de poesía del autor). Tan crudo como potente. Qué grande era Lorca.