Uno de esos libros del maestro que al principio te cuesta la misma vida cogerle el ritmo, no sabes hacía donde te dirige la narración, pues esperas esos sobresaltos tan habituales en el autor, sin embargo, lo que hace es contarte simplemente y magistralmente la historia de Lisey, una mujer que se va haciendo fuerte, que va recordando y entrando en el mundo, a veces mágico, y a veces no tanto, de su difunto marido. Para muchos es una de las novelas mejor escritas de Stephen King, con detalles en su prosa que enamoran. Realmente si quieres desligarte del terror y descubrir su maestría con las palabras, este libro es el que tienes que leer.