Jonathan Zimmermann (Bruno Ganz), un fabricante de marcos para cuadros, padece una gravísima enfermedad. El marchante americano Tom Ripley (Dennis Hopper) lo sabe y pretende aprovecharse de ello. Ripley le presenta a un gangster quien ofrecerá mucho dinero a Zimmermann a cambio de convertirlo en un asesino a sueldo. En un principio se niega pero, convencido de que su enfermedad es fatal y pensando en el futuro de su mujer y su hijo una vez él ya no esté, acabará aceptando el trato.
Crítica
Puntuación del crítico: 9
Una de las mejores películas de Wim Wenders, una excelente película de gangsters con toques de drama social, y que a la vez sirve para analizar las relaciones entre Europa y Estados Unidos. Cuenta con un gran reparto encabezado por el siempre genial Bruno Gantz y un Dennis Hopper acabado de salir del infernal rodaje de Apocalipsis Now. Es una película muy entretenida que soporta bien las más de dos horas de duración, con un gran guión, y por ponerle alguna pega, a mí no me acabó de gustar el final, algo surrealista. Destacar también las escenas de los dos asesinatos en el metro y el en tren, son de lo mejor, con un suspense al más puro estilo Hitchcock.
Como curiosidad decir que Wenders quería que los personajes malos de la película estuvieran interpretados por directores de cine reales, y así es, los excelentísimos y envejecidos Nicholas Ray (impresionante su personaje como pintor en decadencia que falsifica sus propias obras) y Samuel Fuller, además de Dennis Hopper ("malo" entre comillas) y Peter Lilienthal, Daniel Schmid y Jean Eustache, menos conocidos mundialmente.
La recomiendo mucho.
nadsat
Ficha de Película enviada por raccordboy el 4 de Junio de 2005
Es una película rara pero con atmósfera. Filmada con un estílo muy personal, Wenders da una particular visión europeizada del cine negro. Reitero lo del papelón de Bruno Ganz y me sumo a los detractores del final. Por cierto Dennis Hopper está también perfecto. La primera hora me pareció bastante mejor que la segunda. Lo mejor, sin duda, la escena del primer asesinato en el metro, cojonudamente rodada.
Extraña, desequilibrada narrativamente, pero con suficientes argumentos positivos que justifican su visionado
Buena película de Wenders basada en una novela de Patricia Highsmith. Cabe destacar a Bruno Ganz, que hace un papelón y a Dennis Hopper, los principales intérpetres de este film negro. Bien contada, pero con pérdidas de ritmo y una duración excesiva (marca del director) que pueden echar para atrás. Muy buenas las escenas en el tren y el final, que a mi sí me parece apropiado.