Harry Mitchell trabaja como condcutor de un transbordador, es viudo y un empedernido bebedor de cerveza. Su única preocupación es encontrar una mujer para acabar definitivamente con su soledad. Su hijo Jeff, es deportista, jugador de rugby, también bebedor de cerveza, fontanero y... gay. Ambos se toleran y ambos buscan el amor por caminos diferentes, pero al final van a coincidir en un mismo punto, al comprender que nunca es fácil encontrar el verdadero amor.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Buena película australiana que habla de la homosexualidad sin ningún tipo de tapujos, con mucha naturalidad y sentido del humor. Se nota la base teatral pero David Stevens logra una buena adaptación de su obra. Russell Crowe borda su papel y muestra una gran química con Jack Thompson (interpretando a su padre), quien también se sale. Divertida y fresca. A pesar de su estética de telefilm es una película que merece ser vista y mucha gente debería tomar ejemplo de ella porque es un canto a la tolerancia y al amor.
Davis
Ficha de Película enviada por DAVIS el 12 de Febrero de 2006