Desde aquel dia que sucedio lo del Centauro ya no he podido dormir tranquila, aunque mis padres se encargaron de poner seguridad y alamarmas en la casa. Todos los muebles fueron reemplazados al poco tiempo. Cuando le conte a mis padres sobre el centauro, ellos me dijeron una y otra vez que eso habia sido mi imaginacion a causa de una fuerte impresion y que debia de olvidarlo, pero obviamente eso habia sido real, tan real que me mando al hospital.
Estaba tan sorprendida mas con que Bruno estaba sano y salvo sin ninguna sola herida. El dia que lo encontre parecia haber sido muy maltratado, su piel oscura y sus heridas resaltaban a la luz de los faros del alumbrado publico, me sentia tan apenada pero a la vez tanta ira contra la gente que era capaz de maltratar animales, lo recogi y cure con lo que pude. Sus heridas sanaron al dia siguiente se denoto su alegria y jubilo. ¿Como habia podido sobrevivir al centauro? ... o quiza.. si fue mi imaginacion. Como fuera, mis padres ya no me dejaron sola por un buen tiempo, paso unos meses y ya estaba por entrar a vacaciones, en donde iria a pasarla con mis amigos a la playa. Seria muy divertido porque nunca en mi vida habia viajado sola, sin embargo seria a la playa que estaba a las afueras de la ciudad.
Aliste mis cosas para irme a acostar, era muy tarde y me habia desvelado haciendo una exposicion, al acostarme senti algo muy raro en mi almohada, algo humedo, al levantarme y mirar era un liquido azul oscuro y parecia brotar de mi almohada, toque mi rostro que habia tenido contacto con ese liquido, su consistencia era viscosa. Corri hacia la puerta para decirle a mis padres pero en ese momento se cerro de golpe y no podia abrirla, estaba atorada. El liquido empezo a vertirse por mi cama llenandola de esa sustancia desagradable que tambien comenzaba a esparcir un olor fetido, mis ojos se humedecieron, no podia decir nada, estaba paralizada. De mi almohada comenzo a salir una silueta extraña, era un ser que nunca en mi vida habia visto, era del tamaño de mano, parecia ser un pedazo de carne que queria dar forma de una pelota, no tenia miembros ni rostro, solo un pequeño orificio, imagine era su boca ya que estaba cubierto de diente pequeños y filosos, su piel era verdoso y su olor era horrible, cuando termino de salir se empezo a sacudir en varios espasmos, luego dio varios gritos agudos, horrorosos que me hicieron llorar, me levante temblando, tome un lapiz y se lo arroje pero no pude apuntar bien, tome mi bolsa de mano que era mas grande y le di, la cosa extraña solo trastabillo e hizo un grito aun mas agudo y horrible que el anterior. La criatura comenzo a vomitar una sustancia verde brillante, estaba completamente asqueada pero logre identificar una forma en el liquido asqueroso que acababa de expulgar, era un anillo como el que mi abuela me habia dado, quiza era mi anillo. La criatura seguia gritando, me acerque un poco a su costado y tome la almohada y la jale con velocidad, di un grito enorme al ver que la criatura rodo debajo de mi silla, cerca de mi pie, le arroje la almohada. Los gritos ahora ya no eran tan fuertes. Tome el lapiz que le habia arrojado para alcanzar el anillo y limpiarlo con mi sabana, no era mi anillo, era de otra persona, tenia el simbolo de un escopion, y tambien un diamante en el centro. Por un segundo habia olvidado a la criatura, ya no habia gritos, movi mi almohada con cuidado pero la criatura ya no estaba, me asuste mucho y mire con cuidado debajo de la cama, en ese mismo momento algo salto a mi espalda, lo que me hizo dar un grito aterrador. Escuche a mi mama gritar, ella habia abierto la puerta y Bruno habia saltado a mi espalda. -¿Pero, que te ha sucedido?, estas palida Mi madre me miro tumbada en el suelo con bruno ahora en mis piernas, mi cama estaba llena de esa sustancia azul vizcosa y asquerosa. Imaginaba que mi madre se horrorisaria igual que yo, pero su reaccion fue muy extraña para mi. -Oh, Lo siento querida, habia venido a traerte tu ropa limpia cuando deje por equivocacion tu esmalte de uñas cerca de la cabecera de tu cama, debio de vertirse, fue culpa mia hija. -Pero mama! que no vez que no es esmalte, es otra cosa rara y asquerosa! no es esmalte. Mi madre fruncio el entrecejo. -Entonces ha de ser uno de tus experimentos, ahora mismo tienes que cambiar tus sabanas o si no la mancha nunca saldra. Al terminar de decir esto cerro la puerta tras de si. Era cierto que era una niña muy inquieta y me gustaba hacer algunos experimentos, pero eso no tenia nada que ver conmigo. Cambie mis sabanas y la meti a lavar. La criatura no volvio a aparecer en toda la noche, decidi que Bruno se quedaria siempre en mi habitacion, yo lo cuidaria mucho, pero no se porque pero me sentia siempre protegida con el a mi lado.
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