Un locutor de Radio Montercarlo recibe una noche durante su programa una llamada telefónica asombrosa: alguien revela que es un asesino. El hecho se pasa por alto, como una broma de pésimo gusto; sin embargo, al día siguiente un famoso piloto de fórmula uno y su novia aparecen en su barco, muertos y horrendamente mutilados. Se inicia así una serie de asesinatos, cada uno precedido de una llamada a Radio Montecarlo con una pista musical sobre la próxima víctima, cada uno subrayado por un mensaje escrito con sangre en el escenario del crimen, que es al mismo tiempo una firma y una provocación: «Yo mato». Para Frank Ottobre, agente del FBI, y Nicolas Hulot, comisario de la Sûreté monegasca, comienza la caza de un escurridizo fantasma que tiene aterrorizada a la opinión pública: nunca hubo un asesino en serie en el principado de Mónaco. Ahora lo hay, y de su búsqueda nadie va a salir indemne.
Crítica
Puntuación del crítico: 7
Entretenido thriller, debut de Giorgio Faletti. Fácil de leer debido a su ritmo, aunque algunas partes podrían sobrar perfectamente. En cuanto al uso del lenguaje, deja mucho que desear, (en la línea de la mayoría de los Best-sellers) pero el libro es ameno e interesante, y la estructura narrativa es absorbente. Buena recreación de los protagonistas al mostrarnos su pasado a través de ’flashbacks’. Se recurre al psicópata con trauma infantil, pero éste al menos supera las expectativas. Buen desarrollo de la investigación policial. Bien para un autor novel en esto.
Ficha de Libro enviada por Nancy el 25 de Agosto de 2005
Se trata de un libro que se recomienda leer para todos aquellos a los que les gusta el misterio, pues hasta que no pasas más de la mitad del libro no te llegas a enterar quién es el famoso asesino. Es una novela impactante, y que podría ocurrir hoy en día. Toma mucho de otros grandes autores, como por ejemplo Katzenbach, aunque pienso en mi humilde opinión que llena a sobrepasar a este en términos de buena historia y de saber dar exactamente con el giro necesario para mantenerte enganchado a la novela. Quizás la pena es que solo este es su libro más bueno, porque el resto pasa sin pena ni gloria.