Entrevista a Elisa Mouliáa.

Esta joven y prometedora actriz se ha hecho conocida por su participación en la serie "Águila Roja". Gran trabajadora, su talento como actriz le está permitiendo hacerse poco a poco un hueco en el mundo de la interpretación y, además de en su participación en la serie de televisión producida por Globomedia, podemos disfrutar de su trabajo en premiados cortometrajes, obras de teatro y series de televisión internacionales de reconocido prestigio. Hoy, Elisa ha tenido la gentileza de estar un rato con nosotros para hablarnos sobre sus proyectos pasados, presentes y futuros. Empecemos.

-Creo que tu afición por el mundo de la interpretación te viene de bien pequeñita, ¿me equivoco?

Mi afición por la interpretación viene desde pequeñita. Cuando tenía 8 años comencé a jugar y la verdad es que ni sabía que era aquello, hasta que uno empieza a crecer y le pone nombre a las cosas. Es entonces cuando muchas cosas pierden el valor primitivo que nos daban los sentidos y empiezan a ser conceptos. Yo lucho cada día porque la interpretación para mi no sea un concepto, ni una forma de ganarme la vida, sino un cúmulo de sensaciones únicas a las que quiero estar dispuesta a exponerme por mucho tiempo.

-Desde entonces, se ha mantenido tu pasión por la interpretación, ¿qué era lo que empezaste a tener en mente según pasaban los años sobre eso de ser actriz?

Uno empieza a pensar que cuando disfruta haciendo algo de niño (y lo sigue disfrutando de adulto tanto o más porque ha madurado esa afición e incluso ha crecido con ella y se identifica) si quiere no solo sobrevivir sino ser feliz tendrá que dedicarse en cuerpo y alma al proyecto. Esto es algo que creo que desvirtúa y hace que todo arte pierda su magia principal, que es la de crear por crear... De pronto uno se exige y comienza a presionarse para que salga la inspiración como si ésta fuera algo centrífugo y no algo que venga del mundo en el que vivimos, de aquello exterior que nos provoca y nos impacta, y entonces nos lleva a comunicar. Creo que la interpretación al igual que la mayoría de las artes sirve para interaccionar con uno mismo y los demás... Esto es algo que he reflexionado mucho, y que creo que por eso sigo estudiando arte dramático y psicología, porque nunca tenemos que dejar de aprender y estimularnos con lo que tenemos delante. Siempre va a haber alguien con mayor experiencia y con otro estilo y otra forma de ver las cosas y tener la capacidad de ver como miran los niños, sin juzgar, es muy difícil pero necesario.

-En este sentido, ¿crees que la formación es importante para cualquier actor que intente mejorar su capacidad interpretativa?

Sí, creo que la formación para un actor consiste en ser flexible, humilde, y aceptar quienes somos, para comenzar a ser otros, y escuchar el mundo en el que vivimos con todos los sentidos. Cuando digo aceptar quienes somos, me refiero a que el teatro es una manera de conectar con las partes más etéreas de uno mismo que se esconden en lo más profundo de nuestro ser y familiarizarnos con ellas es dar pie al crecimiento. Así comenzamos a reírnos de nosotros mismos, a saber hacia dónde tendemos a ir cuando actuamos, que normalmente tiende a ser cómo vivimos... y es algo revelador.

Normalmente el actor está lleno de muros, lleno de complejos... El proceso de formación es la lucha contra esos muros que impiden la transparencia y sinceridad con uno mismo. Ahí es cuando obtenemos incertidumbre e intuición para conocer otras mentes, otras circunstancias, otras vidas... y encarnarlas como un canal de transmisión, es la chispa de todo esto.

-El teatro ha marcado tu carrera como actriz desde el principio y te hemos visto en montajes como "La fierecilla domada", "La rosa tatuada" ¿qué tiene de especial para ti el realizar interpretaciones en directo, delante del público?

Creo que lo bonito del teatro es sentir con toda la piel cómo estimulamos a la gente, con qué forma y de qué manera se crea una comunicación única y diferente con el publico de cada día. Lo bueno del teatro es salir a probar algo nuevo cada día, algo que arriesgar para poder llevarnos algo que aprender.

-¿Notas alguna diferencia entre trabajar en una obra de teatro o en algo que sea "más bien en diferido", como una serie de televisión?

Muchísima diferencia, tiene poco que ver el teatro y la televisión. Me parece admirable el mundo de la televisión por la dificultad que veo al tener que entrar de lleno en un personaje, en un día, con unas circunstancias previas y dejarte la piel, para que la secuencia siguiente sea una escena que corresponde al capítulo anterior en donde nada de todo esto le había pasado al personaje. Me parece fascinante la capacidad de conectar con un mapa mental muy organizado donde hay una lógica y una evolución. Ponerse en ese lugar en menos de dos minutos es lo que a mí me deja boquiabierta cuando veo trabajar a mis compañeros. Yo me divierto intentándolo, equivocándome y riéndome de mis fallos.

-¿Seguirás participando en un futuro en más producciones teatrales?

Ojalá nunca deje de tener ilusión, porque creo que el teatro es una manera activa de reencontrarse de nuevo.

-Pasando a los cortometrajes (ya sabes lo que nos gusta en este blog hablar sobre cortos), ¿cuál es esa cosa que te anima a participar en el rodaje de un cortometraje, cuando estas pequeñas piezas de cine suelen rodarse "por amor al arte"?

Creo que si lo empecé a hacer con 15 años, cuando no necesitaba dinero, y era plenamente feliz haciéndolo, no entiendo por qué el dinero tiene que constituir la base de cualquier actividad. Puedo sustituirlo imaginariamente por un paseo a la montaña, por mirar la Luna llena... ¿me va a pagar la Luna por mirarla? Como canta el pájaro sin saber que canta, a veces las personas que aman su trabajo pierden la noción del tiempo y no son conscientes de las grietas del camino porque llevan un calzado adecuado. Es necesario cubrir una supervivencia, pero el amor al arte es algo que va a seguir existiendo siempre, porque siempre hay cosas que contar, y no todo lo que se paga para decir es lo que vale.

-Uno de tus cortos más premiados es "Martina y la Luna", de Javier Loarte. ¿Te anima a seguir el que te den reconocimientos como los que lograste con este corto?

Yo creo que los premios como bien has dicho son reconocimientos, que alguien conozca el proyecto ya es gratificante, que alguien lo reconozca y lo valore, es maravilloso. Un premio para un trabajo, es como un gesto de alguien que no te esperas, sencillamente uno se sorprende pero no puede evitar que le pasen cosas, sentirse satisfecho refuerza no solo la autoestima sino las ganas de seguir caminando

-"Martina y la Luna" cuenta una historia preciosa, como de cuento de hadas y el personaje que interpretas debió de ser todo un regalo para ti, ¿De qué manera intentas meterte en cada personaje al que das vida en cada ocasión, y más si están trabajados y tienen tantos matices como el de Martina?

Guardo un precioso recuerdo de ese cortometraje porque fue el primer contacto real que tuve con el cine. Javier hizo un gran trabajo como director y tuvimos largos ensayos y muchas charlas en las que compartíamos ideas... me pasó películas, música, me fue poco a poco recreando en Martina, hicimos trabajo sensorial y me introdujo en las circunstancias tan profundamente como nunca un director me ha hecho hasta ahora. Debo reconocer, que el director hizo un trabajo maravilloso y se lo agradezco con todo mi corazón, porque Martina me ha aportado mucho

-Después, te llegó otro regalo en forma de corto con "Domingo por la tarde", de Ana Lambarri. ¿Te cuesta quitarte de encima lo que debes sentir tras interpretar a personajes tan solitarios y deprimidos como el de este corto?

Ana es una persona que expresa muy bien lo que quiere y con pocas palabras se hace entender. Creo que tenemos una manera de ver las cosas muy parecida, somos las dos muy románticas y en breve volveremos a trabajar juntas. Creo que uno tiene que sacar de sí mismo realidad para transmitir y por tanto uno tiene que usarse a sí mismo como canal. A mí me cuesta fraccionarme a mí del personaje porque mimetizo y me cuesta un ratito desconectar si he estado concentrada. Pero hay personas que son capaces de conectar y desconectar en segundos y eso es totalmente admirable.

-Dos de los últimos cortos en los que has participado son "Memorias de un piano" y "¿Tú, qué harías por amor?". ¿Cuándo podremos ver tus trabajos en esos cortometrajes? ¿Puedes hablarnos un poco sobre qué papel interpretas en cada uno de ellos?

En uno hago de una momia que habita en un piano y es la inspiración del compositor, es una historia de amor. En "¿Qué harías por amor?" interpreto a un ángel enamorado. Las dos historias me llamaron la atención porque hablan de problemas reales en ambientes surrealistas o contados de manera original. La verdad, que aun sin saberlo, la inercia me va llevando a lo voy buscando, y es verdad que este tipo de trabajo me llena mucho.

-Cambiando de tercio, también se te puede ver en videoclips como en "Paraísos perdidos", de Iván Ferreiro. ¿Cómo es la experiencia de actuar en una pieza que debe servir para acompañar a la música del grupo o solista a quien está dedicado el videoclip?

Sí, amo la música de Iván Ferreiro y ese clip mantenía una idea de ambientación y un guión que me atraía mucho inspirado en Godard y cine de los 60 del género distópico. Me pareció un proyecto muy chulo y un personaje muy distinto al que venía haciendo con Irene, con un peinado diferente, flequillo y un vestuario sesentero, y tenía que transmitir mucho con los ojos y expresar con el cuerpo. Además, Iván es un encanto y Nysu Films trabaja muy bien 

-Pasemos a televisión. Tus inicios en este medio estuvieron marcados por tu colaboración con papeles episódicos en series como "Génesis", "El internado" o "Cuestión de sexo". ¿Cómo te preparaste papeles tan pequeños que sólo aparecían en un episodio?

Pues esto es algo que comencé a hacer mientras estudiaba bachillerato e interpretación. No quise dejar los estudios y opté por hacer figuraciones especiales para familiarizarme. Me gustó mucho participar y ser de repente una niña raptada, o una choni enamorada. Fue muy divertido.

-Al hilo de esto, ¿es duro asistir cada día a las sesiones de casting para lograr un papel en, por ejemplo, una serie de televisión?

Es duro tener ilusión por un proyecto y cuando estás a punto de conseguirlo te digan que no. Quedar en opción es difícil. Pero tenemos que crecer con ésto los actores, saber que de nuestro perfil hay muchas personas, pero aun así somos únicos y seguramente algún detalle de la otra persona que tú no tienes lo tenía el personaje que buscaban. Esto es lo que nos tiene que hacer seguir adelante y no rendirnos nunca.

-En 2009 conseguiste tu primer papel regular dando vida a Irene en "Águila Roja". ¿Recuerdas qué sentiste cuando te enteraste de esta buena noticia?

Pues no sé como se llama aquello que te ocurre cuando se te encoge el corazón, y miras al cielo y te dan ganas de gritar y abrazar todo lo vivo y dar las gracias... ¿alegría? ¿amor? ¿magia?

-En "Águila Roja" interpretas a Irene, la joven e inocente sobrina del Cardenal. ¿Cómo definirías a tu personaje en esta serie?

Es una persona cuyos valores son la bondad, la generosidad y el amar al prójimo, su educación es católica y atiende a esas normas de pies a cabeza. Irene es un personaje bonito porque es pulcro y blanco, cuyo deber es más importante que el querer, y si se ha de casar con alguien a quien no ama es capaz de torcer todos sus sentimientos para hacer lo que se espera de ella. Se ha movido en un conflicto enorme durante estas tres temporadas, entre lo que quiere, y lo que debe.

-¿Es divertido trabajar en una producción de época?

Sí, mucho. Creo que es un trabajo muy profundo el que tiene que realizar todo el equipo y la labor de caracterización que hay que hacer es una creación muy entretenida que sí, me divierte mucho, me encanta ponerme esos vestidos, tener ese cabello, y caminar por esos pasillos de palacio... no es muy difícil sentirse fusionado con ese ambiente del S. XVII cuando todo el equipo está trabajando de esa manera, la verdad que uno se siente afortunado.

-"Águila Roja" te ha dado popularidad. ¿Cómo llevas eso de que te reconozca la gente por la calle?

La verdad, la gente es muy simpática y muy detallista. Fue precioso la primera vez que me llamaron por mi nombre en vez de por mi personaje, la verdad que me impactó mucho.

-Tu personaje, parece estar cogiendo cada vez más importancia. ¿Qué novedades nos deparará Irene en los nuevos episodios que están por estrenarse?

Creo que no puedo contar absolutamente nada, porque si hablase de algo desvelaría toda la trama. ¡¡¡¡Una pena!!!! Pero lo que está claro es que ocurren cosas inesperadas, que hasta nosotros nos quedamos muy sorprendidos.

-¿Le queda a Irene cuerda para rato?

Sí, de momento estamos grabando la 4ª temporada, y a Irene le esperan bastantes aventuras.

-Ya estamos terminando, ¿tienes previsto participar en algún largometraje u otro proyecto del que nos puedas adelantar algo?

Acabo de grabar el videoclip del nuevo single de Carlos Lázaro y ahora mismo estoy trabajando en la serie Borgia, la producción europea de Canal+Francia, Inglaterra y Alemania, con Tom Fontana como productor ejecutivo y guionista. Estoy muy feliz, interpreto a una misteriosa y ambiciosa doncella española que va a trabajar como espía de Lucrezia Borgia, se llama Pantisilea. Estoy contenta porque rodamos en un lugar de cuento, Praga, y lo hacemos en inglés, con un reparto del que puedo aprender muchísimo, como John Dourman.

Toda una experiencia. ¡¡¡Ya contaré detalles!!!

-Eso es todo, gracias por tu amabilidad.

Mil gracias por la entrevista, ha sido todo un placer

Jose Luis Mora

Web oficial de Elisa Mouliáa.

Videoclip "Paraísos Perdidos".