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El clan Tzimisce es famoso por su maldad. Entre los miembros más famosos de este linaje está Vlad Tepes, el Empalador, que se separó del clan y de la secta. Tepes es tristemente célebre por su crueldad, pero este rasgo es más que habitual entre los miembros del clan.
Durante muchos siglos, el clan Tzimisce se extendió por todas las regiones bálticas de Europa oriental. Estableció una gran base de poder, hasta que los Tremere, por entonces una casa de magos mortales, establecieron alianzas en lo que hoy es Bulgaria septentrional. Los dos grupos coexistieron durante un tiempo, sin molestarse mutuamente. Al final, los Tremere, ansiosos de poder capturaron a algunos Tzimisce y los utilizaron en rituales perversos con el fin de extraerles la esencia de su inmortalidad. Algunos Tzimisce creen que éste fue el comienzo de los Tremere como clan vampírico.
Un grupo de magos, conocido como la casa Tytalus, descubrió las actividades de los Tremere y comenzó a maniobrar contra la orden con la ayuda de otros ocultistas. Pero los Tremere ya los habían visto venir y se habían preparado, obteniendo apoyo mágico adicional de un origen sin revelar. La Casa Tytalus fue derrotada y los primeros esfuerzos de la Inquisición limitaron sus actividades más aún.
Los Tzimisce también habían sufrido a manos de los Tremere cuando llegó la guerra entre los magos. Buscando venganza contra los Tremere, el clan ofreció ayuda a la Casa Tytalus. Los Tzimisce ofrecieron su apoyo y, a cambio, la Casa Tytalus prometió garantizar que ningún mago volviese a invadir el territorio del clan. Los dos grupos empezaron a cooperar contra los Tremere.
Esta alianza inestable duró muchos años. Incluso después de que pasase la necesidad de colaboración, los dos grupos siguieron ayudándose mutuamente, como contactos y colaboradores ocasionales. Nunca llamó la atención, pero duró mucho. De hecho, el clan Tzimisce aún tiene contactos con ciertos magos, que el clan mantiene muy en secreto para evitar las críticas de los líderes de otros clanes.
Los anarquistas Tzimisce se esforzaron mucho para destruir a los antiguos de su propio clan, pero renunciaron a seguir tratando de destruir a los pocos que quedaron. Estos antiguos supervivientes viven como Inconnu en Bulgaria, Rumanía, Austria y Hungría, sentados solos en sus mansiones y castillos que les sirven de refugios. Han acumulado tanto poder mágico y político que ya no temen a su antiguo clan y temen aún menos a la Camarilla.
Los Tzimisce tienen mucho aprecio por el aprendizaje. Son de los seres más educados de la tierra. Tratan de comprender la magia tanto como la ciencia, pero no han alcanzado el nivel de los Tremere en esta comprensión. Si bien son inhumanos, lo exteriorizan en menor grado que, por ejemplo, los antitribu Toreador. La mayoría de Tzimisce son ásperos y serios, conocidos por su carencia de sentido del humor (o por su sentido de humor retorcido, en el mejor de los casos). También son conocidos por lo mucho que valoran la intimidad.
El clan Tzimisce es el segundo más poderoso y numeroso del Sabbat. Los Lasombra ostentan el primer puesto en ambas categorías. Sin embargo, el clan es una fuerza impulsora que está detrás de la ideología, metas y planificación del Sabbat. El clan Tzimisce parece alegrarse de dejar que los Lasombra tomen la delantera a la hora de ejecutar los planes de la secta.
Fundador:
Mekhet.
Apodo:
Demonios.
Apariencia:
Los Tzimisce tienden a vestirse de forma muy anticuada. La mayoría, jóvenes y viejos, se visten con ropas que eran populares hace 100 años. Les gustan las ropas de color negro liso, con algunos detalles en blanco. Los Tzimisce tienden a parecerse a los vampiros tradicionales de las leyendas.
Refugio:
Los Tzimisce mantienen mansiones lujosas, lejos de los ojos de los mortales. Puede ser que se queden en refugios comunales durante breves periodos, pero no les gustan. Ser invitado al refugio de un Tzimisce es un gran honor, que sólo se concede a los camaradas más íntimos. Si alguien entra en el refugio de un Tzimisce sin haber sido invitado, incurrirá en la ira del vampiro. Si un Tzimisce invita a alguien a su refugio, asumirá la responsabilidad de mantener y proteger al invitado.
Trasfondo:
La mayoría de los Tzimisce escogen a reclutas inteligentes y bien educados, de edades entre 30 y 40 años. La mayoría proviene de campos como la medicina, la universidad y la teología; sin embargo, algunos han sido escogidos de entre el colectivo de los lunáticos. En tiempo de paz, los Tzimisce conocen a fondo a sus blancos haciéndose amigos de los mortales, asegurándose de que serán compañeros interesantes durante siglos; esto es importante, ya que los sires mantienen una estrecha relación con los neonatos. Durante la Yihad, los Tzimisce suelen escoger a estudiantes universitarios y a profesionales como médicos y abogados.
Creación de personaje:
La mayoría de Tzimisce tienen conceptos de diletante o profesional. Los Atributos Mentales son primarios, al igual que las Habilidades de Conocimiento. Su Naturaleza y su Conducta suelen ser parecidas, pero no idénticas. Los Rasgos de Trasfondo son Contactos, Mentor, Posición en el Sabbat y Recursos.
Disciplinas:
Animalismo, Auspex y Vicisitud.
Debilidades:
Debido a los efectos de la Disciplina de Vicisitud, los Tzimisce están en un estado de cambio físico (a menudo olvidan su forma original a lo largo de los siglos). Por ello, en el fondo de su corazón, el Tzimisce ansía estabilidad y permanencia. En consecuencia, cada vez que los Tzimisce duermen, deben rodearse de por lo menos dos puñados de tierra procedente de una región que fuera importante para ellos cuando eran mortales (habitualmente, su tierra natal o el cementerio en el que pasaron su Rito de Creación). Si no lo hacen, no podrán descansar en paz y cada 24 horas perderán la mitad de sus Reservas de Dados de todas sus acciones; este estado de debilidad continuará hasta que descansen de nuevo con su tierra familiar alrededor. Muchos Tzimisce mantienen varios refugios auxiliares, cada uno de ellos con la tierra necesaria.
Cita:
"¡Bienvenido, mil veces bienvenido! Me siento honrado de que por una noche hayamos podido dejar a un lado las necias rivalidades de la Yihad, de que hayas podido venir bajo mi techo con espíritu de... ¿eh? ¿Cómo? ¡Ahh... ese ruido! ¡Una nadería! ¡Nada de que preocuparte, querido huésped!"