En su momento ya canté las excelencias de Dos Espadas 1 (enlace al canto para los desmemoriados). Ahora que ha salido el segundo tomo confirmo que está la altura del primero y aprovecho para recordar al distinguido público que estos tebeos están ahí fuera, en los estantes de las librerías, esperando a que, a cambio de ocho euros de mierda, te los lleves a casa
Novedades en la categoría Glénat
Kenny Ruiz MOLA. Esto es un axioma y, por tanto, debería dejar el resto del texto en blanco para que no perdáis tiempo y podáis ir cuanto antes a la tienda a comprar su Dos Espadas, pero como habrá entre vosotros algún descreído que no lo tenga claro, voy a juntar letras hasta llenar algunos párrafos más
A Kenny, que andaba haciendo álbumes para los franceses, se le ocurrió un día que podía MOLAR un proyecto que bebiera del shonen y la narrativa japonesa, en el que se lo pasara bien, en el que si le apetecía que una pelea durara veinte páginas, ésta durara veinte páginas. ¿De qué puede ir? ¿De espadachines? ¡Sí, las espadas MOLAN! Pero ¿habrá algo que mole más que una espada? ¡Sí, dos espadas! (¿Empezáis a pillar los procesos mentales de Kenny?)
Desafortunadamente, a los señores de Soleil no les hacía mucha gracia eso que ellos llamaban Deux Epees (por motivos que no está bien nombrar por aquí porque no MOLAN), así que el proyecto quedó temporalmente aparcado hasta que Glénat le ofreció a Kenny la posibilidad de publicar Dos Espadas en formato manga (sí, puede que fueran las Kôsen, pero actuando en nombre del ente Glénat... por algún lado tendré que simplificar este rollo, que aún no he empezado a hablar del tebeo en sí)
La historia nos presenta a Cira, una joven ladrona que sobrevive en los suburbios de un mundo de ambientación seudomedieval teniendo como posesión más valiosa sus dos espadas, herencia de su padre. Su aspiración es convertirse en una Primera Espada, pero para ello debería ingresar en la Sagrada Escuela Unicornio, algo que su clase social no le permite a pesar de sus más que evidentes habilidades. Y no cuento más para no destripar el resto
Kenny está impresionante en Dos Espadas. La historia engancha desde el principio y los personajes están bien definidos desde su primera aparición. Los dibujos, tan estupendos como siempre, son fluidos y dinámicos, complementados por unos fondos sólidos y creíbles cortesía de Mazi. Y el ritmo, al servicio de la historia y no al revés, como ocurre en formatos con más limitaciones. Con el paso a tomo japonés Kenny ha conseguido lo que quería: cuarenta páginas para narrar un duelo a espada. Y consigue que ninguna sobre, y que todas MOLEN
En definitiva: este primer tomo (de tres) reúne las mejores virtudes del cómic europeo y del oriental (vulgo manga), y es una lectura recomendada para todos los lectores amantes de la acción, de la aventura, de las cosas que MOLAN. Y los que no estéis convencidos, en la web de Glénat tenéis las primeras doce páginas para que les echéis un ojo
A Kenny, que andaba haciendo álbumes para los franceses, se le ocurrió un día que podía MOLAR un proyecto que bebiera del shonen y la narrativa japonesa, en el que se lo pasara bien, en el que si le apetecía que una pelea durara veinte páginas, ésta durara veinte páginas. ¿De qué puede ir? ¿De espadachines? ¡Sí, las espadas MOLAN! Pero ¿habrá algo que mole más que una espada? ¡Sí, dos espadas! (¿Empezáis a pillar los procesos mentales de Kenny?)
Desafortunadamente, a los señores de Soleil no les hacía mucha gracia eso que ellos llamaban Deux Epees (por motivos que no está bien nombrar por aquí porque no MOLAN), así que el proyecto quedó temporalmente aparcado hasta que Glénat le ofreció a Kenny la posibilidad de publicar Dos Espadas en formato manga (sí, puede que fueran las Kôsen, pero actuando en nombre del ente Glénat... por algún lado tendré que simplificar este rollo, que aún no he empezado a hablar del tebeo en sí)
La historia nos presenta a Cira, una joven ladrona que sobrevive en los suburbios de un mundo de ambientación seudomedieval teniendo como posesión más valiosa sus dos espadas, herencia de su padre. Su aspiración es convertirse en una Primera Espada, pero para ello debería ingresar en la Sagrada Escuela Unicornio, algo que su clase social no le permite a pesar de sus más que evidentes habilidades. Y no cuento más para no destripar el resto
Kenny está impresionante en Dos Espadas. La historia engancha desde el principio y los personajes están bien definidos desde su primera aparición. Los dibujos, tan estupendos como siempre, son fluidos y dinámicos, complementados por unos fondos sólidos y creíbles cortesía de Mazi. Y el ritmo, al servicio de la historia y no al revés, como ocurre en formatos con más limitaciones. Con el paso a tomo japonés Kenny ha conseguido lo que quería: cuarenta páginas para narrar un duelo a espada. Y consigue que ninguna sobre, y que todas MOLEN
En definitiva: este primer tomo (de tres) reúne las mejores virtudes del cómic europeo y del oriental (vulgo manga), y es una lectura recomendada para todos los lectores amantes de la acción, de la aventura, de las cosas que MOLAN. Y los que no estéis convencidos, en la web de Glénat tenéis las primeras doce páginas para que les echéis un ojo
Acaba de aparecer el cuarto tomo de 36-39 Malos Tiempos, el último de esta obra del enorme Carlos Giménez. Nada que diga puede hacer justicia a este señor. Qué bueno que es, el cabrito
Así que en vez de comentar el tebeo, pasaré a un tema relacionado. La iniciativa surgida para proponer a Carlos Giménez para el premio Príncipe de Asturias (ya hablé de ella) ha coronado la primera etapa y ya es uno de los candidatos oficiales. La Asociación Española de Amigos del Cómic me manda una nota de prensa con un vídeo de presentación para su difusión. En fin, que deberían dárselo: don Carlos se merece el Príncipe de Asturias. Y si no se lo dan, es que el Príncipe de Asturias no se merece a don Carlos
Así que en vez de comentar el tebeo, pasaré a un tema relacionado. La iniciativa surgida para proponer a Carlos Giménez para el premio Príncipe de Asturias (ya hablé de ella) ha coronado la primera etapa y ya es uno de los candidatos oficiales. La Asociación Española de Amigos del Cómic me manda una nota de prensa con un vídeo de presentación para su difusión. En fin, que deberían dárselo: don Carlos se merece el Príncipe de Asturias. Y si no se lo dan, es que el Príncipe de Asturias no se merece a don Carlos
Los últimos de Filipinas...
Si editas en España en formato de 48 páginas una serie mensual de la que en EEUU solo aparecen 24 al mes de vez en cuando tienes que parar para acumular existencias. Y eso el lo que ha hecho Norma. Pero este mes el parón llega a su fin y vuelve Spirit. Esta vez sin Darwin Cooke (es una lástima), pero con Serio Aragonés y Mark Evanier, que al menos nos garantizan sanas dosis de diversión e irreverencia. Veredicto: menos recomendable que antes, pero todavía me lo compro
También me he comprado Naruto. Que, a pesar de lo que pueda parecer, no es un manga. Intentó serlo al principio, pero a los pocos tomos el autor se dio cuenta de que no funcionaba y lo convirtió en otra cosa totalmente distinta: un catálogo de personajes. Y en eso estamos, con cientos de ninjas en danza y una historia que no avanza ni a tiros (¡Aprende, Bendis! ¡Esto sí que es decompressive storytelling del bueno!)
Los Últimos Defensores es una miniserie de Marvel recopilada en tomo por Panini en que asistimos al renacer de uno de los grupos clásicos de la editorial. El problema es que está hecho solo para fanáticos. Los lectores corren el riesgo de no enterarse de muchas cosas, a menos que pertenezcan a la intersección de dos conjuntos: el de los seguidores de los viejos Defensores, con conocimientos de sus miembros, sus villanos y sus tramas y el de los seguidores de la más rabiosa actualidad Marvel, con el status quo post-Civil War, Tony Stark al mando de SHIELD, la Iniciativa... Un handicap demasiado grande para recomendar este tomo
Se acabó Febrero. Bienvenidos a Marzo...
Si editas en España en formato de 48 páginas una serie mensual de la que en EEUU solo aparecen 24 al mes de vez en cuando tienes que parar para acumular existencias. Y eso el lo que ha hecho Norma. Pero este mes el parón llega a su fin y vuelve Spirit. Esta vez sin Darwin Cooke (es una lástima), pero con Serio Aragonés y Mark Evanier, que al menos nos garantizan sanas dosis de diversión e irreverencia. Veredicto: menos recomendable que antes, pero todavía me lo compro
También me he comprado Naruto. Que, a pesar de lo que pueda parecer, no es un manga. Intentó serlo al principio, pero a los pocos tomos el autor se dio cuenta de que no funcionaba y lo convirtió en otra cosa totalmente distinta: un catálogo de personajes. Y en eso estamos, con cientos de ninjas en danza y una historia que no avanza ni a tiros (¡Aprende, Bendis! ¡Esto sí que es decompressive storytelling del bueno!)
Los Últimos Defensores es una miniserie de Marvel recopilada en tomo por Panini en que asistimos al renacer de uno de los grupos clásicos de la editorial. El problema es que está hecho solo para fanáticos. Los lectores corren el riesgo de no enterarse de muchas cosas, a menos que pertenezcan a la intersección de dos conjuntos: el de los seguidores de los viejos Defensores, con conocimientos de sus miembros, sus villanos y sus tramas y el de los seguidores de la más rabiosa actualidad Marvel, con el status quo post-Civil War, Tony Stark al mando de SHIELD, la Iniciativa... Un handicap demasiado grande para recomendar este tomo
Se acabó Febrero. Bienvenidos a Marzo...
Con un poco de retraso doy cuenta de las últimas compras de Enero
El Asombroso Hombre Lobo
Robert Kirkman es uno de mis guionistas favoritos, y me lanzo de cabeza a por todo lo que saca. En esta ocasión tenemos un tebeo que recuerda bastante en tono y estilo a Invencible, uno de los grandes éxitos de Kirkman. Quizá pelín más oscuro que este, aunque el estilo de dibujo le haga parecer una lectura ligera. En definitiva, un tebeo de superhéroes como debe hacerse. Solo un nubarrón en el horizonte: ¿cómo se publicará en España el cruce entre este Hombre-Lobo e Invencible?
Top 10: Más Allá del Último Distrito
Lo primero que habría que aclarar es que Paul Di Filippo no es Alan Moore, y no le podemos pedir ese "algo más" que nos da el barbudo de Northampton. Si somos capaces de aceptar eso, esta nueva entrega de Top 10 no es un mal tebeo. Tiene acción, diversión y más cameos que nunca (la marca de la casa), cortesía de un Jerry Ordway al que hemos visto pasar de joven promesa en Superman a reliquia solo apta para nostálgicos. Qué viejos somos...
Negima! 20
El placer culpable de mi cesta de la compra. Una de Pajares y Esteso protagonizada por Harry Potter y una clase entera de quinceañeras. Vamos, el tipo de tebeo que ninguna persona seria y formal dejaría que le vieran leyendo en el metro. ¡Suerte que yo no soy de esos!
Kimagure Orange Road 2
Una de mis series favoritas de toda la vida. No es que pasen muchas cosas, pero me encanta la forma en que no pasan. Casi veinte años he tardado en tener esta serie en mis manos en una edición decente, pero ha valido la pena. Estoy disfrutando como un gorrino en un maizal
Y con esto y un bizcocho, buenas noches y buena suerte
Robert Kirkman es uno de mis guionistas favoritos, y me lanzo de cabeza a por todo lo que saca. En esta ocasión tenemos un tebeo que recuerda bastante en tono y estilo a Invencible, uno de los grandes éxitos de Kirkman. Quizá pelín más oscuro que este, aunque el estilo de dibujo le haga parecer una lectura ligera. En definitiva, un tebeo de superhéroes como debe hacerse. Solo un nubarrón en el horizonte: ¿cómo se publicará en España el cruce entre este Hombre-Lobo e Invencible?
Top 10: Más Allá del Último Distrito
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Kimagure Orange Road 2
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Y con esto y un bizcocho, buenas noches y buena suerte