¿Qué tienen en común Entre copas, Juno o Pequeña Miss Sunshine? Simplemente que las tres fueron producciones independientes de bajo presupuesto (para los estándares de la industria de Hollywood) que funcionaron muy bien en taquilla, recaudando bastante más dinero de lo que costó producirlas y aportándole a los productores, guionistas, actores y demás personas que intervinieron en ellas el reconocimiento del público, pero también el de la crítica.
Todas ellas comparten en común que cuentan historias sencillas de gente de la calle, mostrando los sentimientos y problemas que pudiera tener cualquier espectador. Al contrario que las grandes producciones, estas producciones huyen de lo rebuscado y lo grandilocuente. Todo en su rodaje (dirección, interpretación...) está cuidado al detalle, pero en ese aspecto, es el guión el que se lleva la palma en unas películas tan mimadas por sus realizadores.
Como espectador, cada vez estoy más cansado de ver esas grandes superproducciones (ya sean "palomiteras" o más "melodramáticas") y cada vez estoy aficionándome cada vez más a ver películas de este tipo. ¿Será porque las grandes sumas de dinero, unidas a los intereses empresariales de los productores cinematográficos, empieza a ser incompatible con el talento?
José Luis Mora
Escribir un comentario