David Koepp, uno de los guionistas más solicitados de Hollywood responsable del libreto de la última entrega cinematográfica de las aventuras de Indiana Jones, es también un más que eficiente director que, pese a rodar películas de tintes comerciales, siempre suele imprimirle un sello personal a cada uno de sus trabajos. Su última película estrenada, ¡Me ha caído el muerto! -en el original tiene el más acertado título de Ghost Town-, es un fiel reflejo de algunas de sus inquietudes y, dentro de un envoltorio de amable comedia romántica con toques a lo Frank Cappra, nos regala una deliciosa fábula sobre lo solos que estamos en esta vida.
Todo en esta cinta gira entorno a Bertram Pincus, un dentista malhumorado y solitario por convicción magníficamente interpretado por Ricky Gervais que, después de someterse a una rutinaria colonoscopia, comienza a ver y escuchar a espíritus de personas fallecidas que siguen anclados a nuestro mundo porque han dejado asuntos por resolver. Su encuentro con Frank Herlihy, interpretado por un correcto Greg Kinnear, un difunto que le pide que haga que su viuda no se comprometa con su actual novio, cambiará la vida de este dentista y hará que se replantee cómo ha sido su vida hasta el momento.
El argumento de ¡Me ha caído un muerto! cae en lo rutinario y lo previsible, viéndose de lejos cómo terminará la historia; pero eso es lo de menos, pues lo importante es cómo está todo narrado. Y es que tanto el guión, como la dirección, la fotografía o el reparto saben transmitir muy bien la moraleja que nos plantea Koepp, habiendo escenas que son pura poesía en imágenes. Y todo sin caer en la moralina o la sensiblería, algo en lo que ayuda que muchas escenas tengan sus buenos momentos de logrado humor negro. Tan conseguida está la película que hay unas situaciones al final de la cinta que llegan incluso a conmover.
Puede que dentro de diez años nadie se acuerde de esta película, quién sabe. Pero si hoy me preguntara alguien ¿qué película podría ver en un cine? Sin duda le recomendaría ver ¡Me ha caído el muerto!
José
Luis Mora
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