1.212 (Mil doscientos doce) from Riot Cinema on Vimeo.
Ella acaba de despertarse en la cama de la habitación de un hotel... apenas recuerda nada y se encuentra con un hombre que dice haberla ayudado en el restaurante del hotel cuando perdió el conocimiento. Juntos pasarán unas horas en esa habitación y establecerán una extraña relación a la espera de que ella recupere sus recuerdos.
El joven realizador Nicolás Alcalá, responsable de cortometrajes como Ráfaga o del largometraje El cosmonauta, fue el encargado de escribir y dirigir este interesantísimo cortometraje donde, partiendo de una situación cotidiana que podría pasarle a cualquiera, teje un relato con ciertos tintes de irrealidad propia de la obra de Philip K. Dick y sus constantes de la búsqueda de nuestra identidad y de la eterna pregunta que muchos nos hacemos sobre "¿quién soy?" De un ritmo pausado, su autor deja que el peso de la historia recaiga en los personajes y sus profundos diálogos. No obstante, pese a que algunos de estos diálogos rozan lo literario y una persona real nunca diría con naturalidad lo que expresan los protagonistas de este corto, hay que decir que son realmente buenos y destacan por la profundidad o por la contundencia de sus contenidos. Por otro lado, el guión de este corto es muy sólido y atrapa al espectador, sobre todo con esos giros que realiza un autor que pasa con facilidad de unos momentos muy reflexivos a otros más o menos divertidos que logran que el espectador baje la guardia ante unas cuantas patadas en el estómago que preparará para el final.
La factura técnica de 1.212 (mil doscientos doce) es impecable y hay que destacar su cuidada y excelente fotografía que sabe sacar lo mejor de los escenarios y los intérpretes que se mueven por ellos. En cuanto a los intérpretes, decir que los dos protagonistas realizan una interpretación más que aceptable. Sin embargo, destaca sobre todo la labor realizada por Aroa Gimeno, una actriz en alza a quien podremos ver en Sin tetas no hay paraíso, quien le da a su personaje todos los matices necesarios que le exige un guión que le obliga a cambiar de registro varias veces en cada escena. Sin duda, Gimeno es una excelente actriz y trabajos como el que realizó para este corto son una buena tarjeta de presentación de lo que puede aportarle al mundo de la interpretación.
José Luis Mora
La música es la caña