Conocido entre un número importante de internautas por su cortometraje Nuestro propio cielo, Roberto Pérez Toledo es uno de los realizadores de cortometrajes más prometedores de su generación y dentro de poco dará el salto al largometraje con Seis puntos sobre Emma. Hoy, en "Sueños de un espectador" tenemos el honor de charlar con él sobre su nuevo proyecto en forma de largo y sus cortometrajes.
-La primera
pregunta suele ser más o menos la típica que le hacemos a todos nuestros
entrevistados. ¿En qué momento decidiste que una de las facetas de tu vida se
basaría en rodar cortos?
Hombre, lo de rodar cortos digamos que es la
consecuencia de que exista la inquietud por hacer cine en general, y se empieza
lógicamente con los cortos porque es lo más sencillo de cara a ponerte a prueba
y ver por dónde van los tiros... Siempre que me lo preguntan, no sé exactamente
cuándo empecé a encaminar todas mis decisiones hacia la dirección. Crecí
devorando cine, el viernes era el día de la semana con más sentido porque se
estrenaban nuevas películas y enseguida empezó a interesarme cualquier "así se
hizo" que se emitía en la tele. En la época del instituto ya empecé a escribir
relatos que eran más guiones que relatos, y supongo que el gran punto de giro
llegó cuando cayó en mis manos una cámara de vídeo y comencé a experimentar con
la narrativa, los cortes, los travellings
(que en mi caso son más sencillos de hacer), etc. A lo tonto, cuando llegó la hora de elegir
estudios superiores, yo ya estaba berreando que quería irme a una escuela de
cine, aunque al final acabé medio frustrado en la facultad estudiando
Comunicación Audiovisual...
-Tu primer corto fue...
Pues hubo varios intentos, primeros
experimentos sin actores, arranques de "vídeo-arte"... y hasta un ambicioso guión
de 77 páginas que intenté materializar con un amigo, a modo de homenaje a
"American graffiti", ahí es nada... El que considero "primer corto" es uno que
hice durante la carrera, con una cámara de la facultad, y que cuenta la historia
de dos jóvenes, un chico y una chica, obsesionados con viajar hacia un lugar
con mar. Es un delirio que ahora no me atrevo a enseñar, pero la gracia es que
ese corto se titula "Mar adentro". Unos cinco años después, Alejandro Amenábar
rodó su película sobre Ramón Sampedro, y el día en que se anunció este
proyecto, me harté de recibir mensajes y llamadas de amigos para decirme que me
habían robado el título...
-Como autor, ¿qué pretendes
transmitirle a los espectadores con tus trabajos?
Básicamente, los guiones que me salen suelen
girar en torno a sentimientos y personajes jóvenes. No es algo que me proponga
a la hora de escribir, pero repasando los cortos que he hecho, es inevitable
extraer ese denominador común. Supongo que me intriga demasiado el amor en sus
distintas vertientes y doy muchas vueltas en torno a los sentimientos ocultos o
no correspondidos, las relaciones dañinas, los vínculos confusos, los
conflictos introspectivos, los secretos que atormentan... Con esta enumeración
parezco un culebronero de tres al cuarto, pero lo cierto es que las historias
que he contado hasta ahora son una coctelera de todo eso.
-De todos
los cortos que has hecho, ¿hay alguno con el que más te hayas implicado
emocionalmente?
La implicación es mayor con aquellos proyectos
que están presentes en tu vida durante más tiempo. Por ejemplo, "Vuelco", que
rodé en 35 milímetros, fue una aventura larga, ya que acabó costando casi
40.000 euros y fueron necesarios dos años para reunir el dinero. Luego hubo
otro corto, "Bailad para mí", que grabé en un fin de semana en mi casa y sin un
duro, pero que lo recuerdo un poco peliagudo, ya que me propuse probar mi
capacidad para dirigir un drama extremo, muy descarnado y sólo con la fuerza de
una premisa y del trabajo actoral. Echamos todos un poco las tripas en ese
trabajo, y al final cumplí más o menos mi objetivo de salir airoso de un drama
tan expuesto, pero a veces pienso que se hasta se me fue un poco la mano,
porque hay mucha gente que me ha dicho que no ha sido capaz de terminar de
verlo.
-Con Nuestro propio cielo, uno
de tus últimos cortometrajes viviste el éxito del fenómeno "boca oído" de
Internet -sobre todo a través de "según que sitios web"-. ¿Te sorprendió este
hecho?
Sí, sabía que el corto tenía papeletas para
funcionar en la red, ya que no suele dejar indiferente a nadie, y genera
discusiones y reacciones de todo tipo, pero no esperaba tantísimas visitas
desde el primer momento ni que se propagara tan rápido de forma viral. Así, de
pronto, "Nuestro propio cielo" llegó a un espectro inmenso de público, y eso es
genial, pero también te enfrentas a un abismo de opiniones y anónimos donde hay
de todo, desde la gente acostumbrada a ver cortos hasta internautas que lo
tratan como si fuera un chascarrillo cualquiera de la red porque se lo han
encontrado en una web de pilinguis (je). Y, bueno, eso es lo grande y lo
terrible al mismo tiempo de Internet, y yo estoy muy contento de que el corto
se esté viendo tanto y que la gente lo recomiende. Me han llegado mails y
mensajes maravillosos, y eso siempre es muy reconfortante.
-¿Decepcionado por la decisión que
tomó Youtube de suprimir este corto?
No, bueno, en parte me lo esperaba. Está
claro que en YouTube hay vídeos muy terribles, de carácter pornográfico incluso
y ahí permanecen por los siglos de los siglos, pero basta que un contenido
llame un poco la atención para que cualquiera le dé al botón de "denunciar" y
te lo retiren. "Nuestro propio cielo" es, según el ICAA, un corto no
recomendado para menores de 18 años, pero todo el sexo que tiene es meramente
verbal y no creo que sea una cosa tan escandalosa como para que lo censuren. Lo
peor es que el corto sigue estando en YouTube, no en mi canal, que fue donde lo
retiraron, pero sí hay otros usuarios que se lo descargaron y lo subieron por
su cuenta y ahí sigue... Con peor calidad, eso sí.
-¿Dónde puede verse ahora Nuestro
propio cielo en Internet?
Pues, aunque está en varios sitios, la mejor
opción es mi canal de Vimeo: http://www.vimeo.com/generacion78, donde se pueden ver también otros trabajos
míos. En Vimeo creo que está a buen recaudo, porque incluso me escribió un
miembro del staff del portal para
felicitarme por el trabajo, así que no creo que tengan intención de censurármelo
también, jeje.
- Pajaritos es tu último cortometraje y creo que ahora
está en fase de post producción. ¿Qué se va a encontrar el espectador en ese
corto?
Sí, ya ha echado a
andar poco a poco, pero vamos, es un corto que hice con amigos en un veraniego fin
de semana y sin pretensiones ni presupuesto alguno. Y la postproducción ha sido
caserilla, así que creo que su vida estará en la red más que en los festivales.
"Pajaritos" transcurre a lo largo de un día de mediados de septiembre, y mi
intención ha sido simplemente hablar un poco de esos veranos que te cambian un
poco, con un montón de sentimientos en plena ebullición. La idea era colocar a
una serie de personajes enfrentados a la fuerza a la necesidad de hacerse
adultos y de enfrentarse a un mundo en el que, hagas lo que hagas, acabarán
haciéndote daño. Pero todo esto sin tomarme muy en serio el asunto e intentando
introducir algunas pinceladas de humor absurdo, casi chistes privados que sin
embargo han funcionado muy bien en la primera proyección pública del corto.
-Y del cortometraje al largometraje con Seis
puntos sobre Emma, ¿cómo te surgió esta oportunidad?
La oportunidad
surgió a partir de mi cortometraje "Vuelco". Me lo produjo Ana Sánchez-Gijón,
de La Mirada Producciones, la productora que lanzó a Fresnadillo o a Roberto
Santiago, y quedamos muy contentos con el trabajo. Yo les pasé un borrador de
guión de largometraje que tenía más o menos armado y les gustó y empezamos a
trabajar en él y a desarrollarlo.
-¿Cómo
afrontas el hecho de rodar una cinta de larga duración?
Lo afronto como un
paso que he estado esperando y que se ha vuelto necesario para mí. Con miedo
lógico, y pánico a ratos, pero por otro lado con la certeza de que es lo que he
estado deseando durante mucho tiempo. Pero bueno, aún me queda tiempo para
seguir mentalizándome...
-¿Puedes
adelantarnos algo de su argumento?
Para mí es una
continuación de algunos temas que he ido desarrollando en los cortos. Es una
historia sobre la ceguera sentimental, sobre los palos de ciego que damos (y en
el caso de la protagonista, son palos de ciega, literalmente) hasta encontrar a
la persona adecuada. No te cuento más...
-Después
de esta película, ¿tienes pensado volver a los cortometrajes?
Sí, el género
corto me apasiona y me encanta que directores como Sánchez Arévalo o hasta el
propio Almodóvar regresen a él. Pero, en fin, lo que ocurra después de hacer mi
primer largometraje... digamos que ahora lo veo lejanísimo. Primero, tengo que no
morir en el intento.
-Para
terminar, llevas un blog sobre cortometrajes en la web de la revista
Fotogramas. Te vamos a dejar que te autopromociones un poco y le hables a los
lectores de nuestro blog del tuyo:
Se llama "La vida
es corta" y es un blog sobre todo lo que concierne en torno al mundillo del
corto, español mayormente, con nuevos trabajos, cortos que pueden verse porque
están colgados en la red, festivales y hasta una zona caliente. Pero Fotogramas
me ha permitido hacerlo desde una perspectiva bastante personal, aportando mi
experiencia en este terreno
-Eso
es todo. Gracias por la amabilidad que has tenido con nosotros.
Gracias, José Luis, y perdona lo que he tardado en
responderte el cuestionario!
Jose Luis Mora
Mi
vida rueda, blog personal de Roberto Pérez Toledo.
La vida es corta. Blog
sobre cortometrajes de la revista Fotogramas
Muy buena la entrevista. Interesante lo que cuenta Roberto y gracias por poner el enlace del corto, Nuestro propio cielo, me ha encantado.
La verdad, es que estáis haciendo una labor estupenda por los cortometrajes.
Grqacias por vuestro trabajo.