Realizar una entrevista en persona es una de las experiencias más bonitas que puede tener alguien que, como yo, es un apasionado por las buenas entrevistas. Tener un blog sobre cine me ha permitido realizar varias entrevistas en persona a los entrevistados y siempre supone un gran placer tener una charla amigable con gente que rebosa amabilidad y que, además, tiene muchas cosas interesantes que contar.
Eso me ocurrió con Irene Anula, una de las musas del cortometraje en España con quien me reuní una mañana soleada de un jueves víspera de puente en el bar La Piola, en la céntrica calle León de Madrid. Desde el primer momento en que le propuse hacerle esta entrevista, Irene fue muy atenta conmigo y demostró ser todo un derroche de amabilidad, simpatía y cercanía, algo que se agradece siempre que uno va a hacer una entrevista. Además, Irene es una persona que siempre tiene cosas interesantes que decir y eso, como entrevistador, me motivó mucho para hacer la mejor entrevista que me fuera posible.
Aquí os dejo la conversación que tuvimos, donde hablamos de sus proyectos pasados, presentes y futuro.
-La primera pregunta es la típica que solemos hacerle a todos nuestros entrevistados. ¿En qué momento pensaste que lo tuyo era la interpretación?
Desde siempre. La verdad es que desde niña. Soy de Cuenca, y estuve haciendo teatro 3 o 4 años allí antes de venir a Madrid. La verdad es que, te digo, que desde que soy pequeña es lo único que he querido hacer.
-¿Qué fue lo que hiciste después de decir "me meto a actriz"?
Primero decidí irme a Madrid, hice las pruebas para la RESAD cuando tenía 18 años. No me cogieron y entonces decidí estudiar otra cosa e hice Filología Hispánica. Cuando terminé filología, que se me hizo un poco corta y me gustó mucho, me puse a estudiar el doctorado y, a la vez, entré en la Escuela de Cristina Rota. Una vez entré en la escuela de Cristina Rota abandoné por completo el doctorado y me lancé a ello.
-¿Te pusiste una meta una vez decidida a lanzarte a la interpretación?
No abandonar nunca, que es difícil. Me parece que esta es una carrera de fondo y ahí está: Hacer lo que me gusta y disfrutar con lo que quiero.
-Tu carrera como actriz ha estado marcada por los cortometrajes, ¿recuerdas cual fue el primer corto en el que participaste?
Se llama Sólo con los hermanos y fue con Álex Montoya, ¿cómo olvidarlo? Estaba Iñaki (Ardanaz) también y Zoe Berriatúa. Me acuerdo perfectamente. Lo rodamos en una sola noche, desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana y fue una experiencia increíble, la verdad.
-Al ser una actriz primeriza, ¿seguiste mucho las indicaciones del director, te dejaste guiar por ellos...?
He dicho Álex Montoya y también estaba Raúl Navarro, en aquel momento eran RLUX. Era un poco locura, porque cada uno te decía una cosa. Pero claro, como actriz inexperta estaba a sus órdenes total.
-Estás considerada como una de las musas del corto en España, ¿es para ti un honor recibir esa etiqueta?
Es un honor, pero un honor muy grande, de verdad. Cada vez que leo algo así, me llena de orgullo.
-Me imagino que con eso sentirás que estás muy solicitada por los cortometrajistas, ¿no?
La verdad es que estoy pasando un momento bonito en el que me llaman para hacer cosas muy chulas dentro del mundo del corto, así que estoy muy contenta.
-Los cortos son una de las facetas más románticas dentro del mundo del cine y se suelen rodar por "amor al arte". ¿Qué te motiva a ti para participar en un cortometraje?
Varias cosas, que la historia me guste y me llegue de alguna manera, que el director me parezca interesante y que los compañeros también, que me apetezca trabajar con ellos.
-¿Es duro rodar un corto?
Depende de qué corto sea, en qué condiciones...
-Como espectador te descubrí en Subir y bajar, un corto que parece estar rodado con un plano secuencia muy intenso emocionalmente que debió exigirte mucho como actriz, ¿fue complicado su rodaje?
En realidad no fue muy complicado. Fue muy sencillo. Tuvimos como tres días de ensayos y Planell es un director que tiene muy claro lo que quiere. No fue muy difícil. Lo hicimos como ocho veces o así y hubo tres o cuatro que se cortaron por temas de sonido. Como era un plano secuencia, en cuando se metía algo había que cortar. Así que no fue muy complicado, en tres horas lo liquidamos.
-Subir y bajar es un corto que habla sobre el drama de los malos tratos. ¿Hiciste algún trabajo de documentación previa antes de meterte en la piel de esa mujer maltratada?
Leí un par de libros sobre maltratos, recuerdo uno que se llamaba Trátame bien. Planell me aconsejó ir a ver una obra de teatro que había en aquel momento que hacía María Pujalte, también hablaba sobre los malos tratos desde un punto de vista bastante interesante... Así que, un poquito de eso y un poquito de cosas que conozco a nivel personal. No por mí, ¿eh? Pero bueno, por gente cercana.
-Viendo el resultado, ¿crees que es un corto que hace reflexionar sobre los malos tratos?
Creo que es un corto que sí que ha llegado. De hecho, lo cogió la Asociación de Mujeres Maltratadas y digamos que abrió la campaña de otoño en ese año, salió a los medios.
-Llegamos a Abimbowé, un corto al que creo que le tienes un cariño muy especial...
Es que es un corto que... te cuento, nos fuimos a rodarlo a Bilbao. Íbamos a rodarlo con la Red One. El rodaje tenía que empezar a las 5 y media de la tarde y hubo un montón de problemas con la cámara y demás... Terminamos rodando con otra cámara a las 11 de la noche. Y lo que cuento siempre: Estábamos sólo Jon D. Domínguez, Álex Montoya, Aurora (Villanueva) y yo, los cuatro. Fue un corto tan chiquitito que nos luego ha dado tantas y tantas alegrías... se ha llevado un montón de premios y a mucha gente le encanta... Sí que es verdad, le tengo un cariño especial.
-En Abimbowé compones un personaje muy humano y cercano. ¿Tienes algún método para que personajes como este te queden tan realistas, traspasen la pantalla y le lleguen al espectador?
No sabría qué decirte. Trato de darle mucha humanidad y acercarlo mucho a mí... yo acercarme a él. Pero no, como método no se me ocurre nada, jugar a ser otra.
-Pero el caso es que haces algo que llega.
Me alegro de que funcione y de que llegue. Es lo que intento.
-En Abimbowé habláis sobre el racismo de un modo que pocas veces se ha visto, ¿crees que cortos como este, tan sencillitos podrían hacer llegar un mensaje?
Yo creo que sí. Siempre que haces un corto que trate un tema social, es la idea. Que llegue de alguna manera el mensaje que se quiere transmitir. Es verdad que tanto Subir y bajar como Abimbowé tratan temas sociales desde un punto de vista, para mí, muy interesante.
-Pasamos a Malditos pandilleros, una historia desquiciada de cine dentro del cine. ¿Qué pensaste cuando te propusieron rodar este corto?
Me partí de risa, te lo prometo. Cuando lo leí le dije a Álex: "Tú eres el director, ¿no?" Porque él no tenía claro que lo iba a interpretar. Le dije: "Si no, esto no tiene sentido". Me volvía loca. Además, estaba Zoe Berriatúa, que estuvo en el primer corto que te dije, "Sólo con los hermanos", estaba Iñaki (Ardanaz), estaba Raúl Navarro, estaba Álex... fue un regalo volver a verles juntos. Fue muy divertido y nos lo pasamos muy bien.
-Eso te iba a preguntar, una vez montado os tuvisteis que reír mucho viéndoos a vosotros mismos, ¿no?
Mucho, mucho... De verdad, este corto fue muy divertido y me encantaría volver a hacer algo así.
-Con Álex Montoya has trabajado en muchos cortos, ¿cómo es el método de trabajo que hay ya entre dos personas que os conocéis tanto?
Pues al final es algo que hace que todo sea un poco más fácil. Nos entendemos muy bien en el tiempo de ensayos y en el tiempo de rodaje. Hay algo especial, química entre él y yo, nos comprendemos muy bien. Entiendo muy bien lo que él me que quiere decir y creo que él sabe muy bien por dónde voy yo. Es muy cómodo.
-Como seguimos con Álex montoya, llegamos a Cómo conocí a tu padre. Ese corto pedía que hubiera una química especial entre sus dos protagonistas, ¿Cómo te preparaste este papel con Iñaki Ardanaz?
En ese sentido ha sido muy fácil. Porque si hay algo entre Iñaki y yo es química. Nos conocimos trabajando, en la Escuela haciendo teatro... Hemos currado un montón de veces juntos en teatro, en cortos y así. Yo creo que la química es algo que él y yo tenemos y ya estaba, sólo tuvimos que ponernos en la situación de estos personajes.
-Los diálogos de Cómo conocí a tu padre son ágiles, naturales, divertidos... Me imagino que eso animará mucho a un actor para hacer la mejor interpretación que le sea posible, ¿no?
Es que dentro de todo el trabajo estupendo que hace Álex, para mí, uno de sus puntos fuertes es un poco eso: Hace unos diálogos muy frescos, muy dinámicos, muy divertidos y muy realistas. Es muy fácil para mí decirlos. No cambiamos normalmente nada de lo que él escribe, porque está muy bien escrito.
-Dentro de toda la carga de humor socarrón y diálogos bestias del corto, hay un poso de ternura. ¿De qué modo intentáis los actores darle todos los registros suficientes para conseguir transmitir todo lo que quiere el guionista?
En concreto en ese corto, como está tan bien escrito, es fácil; realmente se entiende muy bien. Cuando lo lees, entiendes muy bien por dónde quiere ir y es la genialidad que tiene este corto. Te está contando una historia muy realista, muy a lo bruto. Pero luego hay algo también muy de verdad, que es muy tierno y muy bonito, que es lo que funciona en el corto y es lo que llega, con lo que la gente se queda.
-¿Cómo llevasteis luego que este corto haya ganado tantos premios y haya llegado hasta Sundance?
Ha sido toda una sorpresa, la verdad. No es que esperáramos otra cosa, pero tampoco creo que nunca pensáramos que íbamos a llegar donde hemos llegado con este corto. Fue también un rodaje nocturno, como le gustan a Álex. Yo creo que con él siempre terminamos rodando por la noche (risas). Con un equipo pequeño, otra vez. Fueron dos días y uno de ellos había más gente, pero el otro realmente estábamos muy pocos. En este caso, en vez de Aurora estaba Iñaki, Jon, Gaizko yo... y Álex, que era quien dirigía y sujetaba la pértiga. Tal cual, ¿eh?
-Vamos, que casi era un corto de guerrilla.
Siempre, siempre...
-Me imagino que los cortos de guerrilla animan más.
Sí, tienen su punto.
-Y ya pasamos a uno de tus penúltimos cortometrajes. En La princesa Alegría diste vida a un personaje bastante atormentado, supongo que sería para ti todo un regalo interpretarlo.
Cuando leí el guión -además entonces no conocía a Dani (Utrilla)- me pareció superbonito y muy chulo como reto para mí. Estuve hablando con una amiga que es psicóloga y trabaja en un centro, me habló mucho sobre la gente que tiene esquizofrenia, de un poco cómo se comporta, de las cosas que les pasan... para una actriz, un personaje así es un regalo.
-¿Se te queda algo de personajes que interpretas, sobre todo si son tan intensos como el de La princesa Alegría?
Siempre hay un rincón en mi corazón para cada uno de ellos, claro que sí.
-Siguiendo con cortos de género fantástico y de terror, acabas de participar en el rodaje de Halloween Before Christmas, ¿qué tal te fue la experiencia de participar en una producción de terror?
De primeras tenía un poco de miedo, porque como nunca había hecho nada así, no sabía realmente cómo iba a quedar el tema. Pero Rafa Martínez es un encanto. Además, es un buen director y fue muy divertido y muy fácil trabajar con él y con todo el equipo, que ha sido estupendo.
-En ese corto creo que la parte técnica es muy importante. ¿Hay alguna diferencia entre rodar un corto de temática más realista y otro en el que influye más la parte técnica?
Bueno, hay que estar siempre al servicio de según que cosas, pero... ha sido fácil, realmente. No ha sido muy complicado, menos complicado de lo que pensaba que iba a ser. Ya lo he visto y ha quedado muy chulo. Estoy muy contenta.
-Para ya ir terminando, ¿puedes contarnos qué proyectos tienes en manos ahora mismo?
Tengo dos cortos maravillosos para rodar en septiembre y en abril ruedo otro con Borja Glez. Santaolalla. Hace dos semanas he rodado un piloto para una serie en Cuenca. Gran parte del equipo es de Cuenca y es algo que me ha hecho mucha gracia, porque soy de alli y me he encontrado con gente de alli, de toda la vida, de hace miles de años que, de repente, tiene que ver con este mundillo y se dedican a esto. Es una serie coral, estamos un montón de actores... está José Casasús, Borja Manero, Javi Pereira, Aure Sánchez, Jesús Caba... Bueno, ha estado muy divertido. Nos han mandado así en plan Top Secret una promo y tiene muy buena pinta. A ver si tenemos suerte.
-Al participar en el rodaje de un piloto, ¿da algo de incertidumbre saber si esa serie se va a emitir o no?
Sí, estamos en esas ahora mismo. Verlo terminado y a ver si hay suerte y seguimos para delante, que estaría muy bien.
-Pues eso es todo, gracias por la entrevista.
¡A ti! (risas)
Jose Luis Mora
Grande Irene! Siempre grande!