Nevando voy. Dirigida por Maitena Muruzabal y Candela Figueira. Intérpretes Laura De Pedro, Gabriel Latorre, Xabi Yárzon y Azun Aguinaco. Producida por Cronopia Films
Os tengo que confesar una cosa: Cada vez me gustan más las películas pequeñas que cuentan historias pequeñas, pero que a la hora de la verdad tienen mucho más que contar que otro tipo de producciones. Procuro ver cada vez más películas de este tipo y, gracias a eso, tengo la suerte de encontrarme con pequeñas maravillas como este largometraje dirigido por Maitena Muruzabal y Candela Figueira.
El argumento es tan sencillo y real como la vida misma, pues sus realizadoras se dedicaron a narrar las vivencias personales de cuatro personas que trabajan en la sección de embalaje de una fábrica de cadenas para nieve, tanto dentro como fuera de su trabajo. El eje de estos cuatro personajes es Ángela, interpretado por una brillantísima Laura de Pedro, la nueva en esa sección y que nada más llegar irá cambiando poco a poco la dinámica de trabajo o las relaciones que hay entre las personas que deben convivir ese lugar durante tantas horas cada día.
Os tengo que confesar una cosa: Cada vez me gustan más las películas pequeñas que cuentan historias pequeñas, pero que a la hora de la verdad tienen mucho más que contar que otro tipo de producciones. Procuro ver cada vez más películas de este tipo y, gracias a eso, tengo la suerte de encontrarme con pequeñas maravillas como este largometraje dirigido por Maitena Muruzabal y Candela Figueira.
El argumento es tan sencillo y real como la vida misma, pues sus realizadoras se dedicaron a narrar las vivencias personales de cuatro personas que trabajan en la sección de embalaje de una fábrica de cadenas para nieve, tanto dentro como fuera de su trabajo. El eje de estos cuatro personajes es Ángela, interpretado por una brillantísima Laura de Pedro, la nueva en esa sección y que nada más llegar irá cambiando poco a poco la dinámica de trabajo o las relaciones que hay entre las personas que deben convivir ese lugar durante tantas horas cada día.
Rodada
con pocos medios, todo el peso del metraje se sostiene sobre un sólido
guión, que hace mucho hincapié en cómo de unidas pueden estar unas
personas a quienes no les une ningún lazo familiar. En todo su metraje
apenas se usan cinco o seis escenarios y la historia avanza a ritmo
pausado, pero la historia está tan bien planificada, los diálogos son
tan buenos y sus personajes son tan humanos que el espectador se
sumerje tanto en la historia que se implica emocionalmente con todo lo
que experimentan cada uno de los protagonistas del largometraje.
Además, tiene algunas escenas que, debido a su montaje, su visión se
quedará en la retina de todos quienes vean Nevando Voy y que
deberían estar en los manuales de cómo se debe rodar una buena escena.
Y ahí estan, por ejemplo, esas secuencias que tienen lugar al inicio de
la cinta donde las realizadoras nos muestran la rutina en la que viven
atrapados los protagonistas, desde que se levantan hasta que llegan al
trabajo.
La historia, aunque a ritmo pausado, es muy entretenida y gana enteros conforme avanzan los minutos, tanto por ese magnífico guión como por una labor interpretativa efectuada por un grupo de actores -de momento- poco conocidos que hacen suyos a lo personajes a los que dan vida. De hecho, hay momentos en los que uno como espectador, gracias a esas fenomenales interpretaciones, se olvida de que está viendo una ficción y cree estar viendo a personas reales de carne y hueso.
En definitiva, Nevando Voy es una película muy bien escrita y rodada, que se ve con mucho interés y que está interpretada por un grupo de actores muy solventes. ¿Se puede pedir más? Yo diría que no.
La historia, aunque a ritmo pausado, es muy entretenida y gana enteros conforme avanzan los minutos, tanto por ese magnífico guión como por una labor interpretativa efectuada por un grupo de actores -de momento- poco conocidos que hacen suyos a lo personajes a los que dan vida. De hecho, hay momentos en los que uno como espectador, gracias a esas fenomenales interpretaciones, se olvida de que está viendo una ficción y cree estar viendo a personas reales de carne y hueso.
En definitiva, Nevando Voy es una película muy bien escrita y rodada, que se ve con mucho interés y que está interpretada por un grupo de actores muy solventes. ¿Se puede pedir más? Yo diría que no.
José Luis Mora
Muy guapa la verdad... emociones y realidad pura y dura.
o... amarga, pura y dura. Cine de aquí. tal vez pequeño pero de resultados grandes sobretodo para el alma.
Encontré mi conexión ja ja ja también pequeña pero grande con el cine.
http://www.boomlapop.com/calor/cinexin.html