Entrevista a Francisco Conde

Fotografía realizada a Francisco Conde (derecha) junto con José Luis Mora, responsable de esta entrevista.

Este joven actor va poco a poco va abriéndose paso en una difícil profesión que requiere de mucho trabajo y va participando en obras de teatro, películas o cortometrajes que están cosechando elogios por parte de la prensa y público. nos concedió esta entrevista que realizamos en La Escalera de Jacob, hogar de los Cortos con Ñ con los que Francisco también ha colaborado. Últimamente está muy solicitado por directores como Carlos Iglesias o Gerardo Olivares y, en uno de los huecos de su apretada agenda,

-La primera pregunta es la que solemos hacer a casi todos nuestros entrevistados, ¿en qué momento decidiste que lo tuyo era ser actor?  

Nace de una necesidad de expresarme más que de otra cosa, y esa necesidad me llevó al camino del actor, luego fui descubriendo que la mejor manera de dar rienda a la imaginación y a los sentidos era jugando con la actuación. Siempre recuerdo que los momentos de niño, de mayor bienestar eran cuando jugaba a ser otra persona, con otras circunstancias, ya fuera en una representación en el colegio, en la calle o en cualquier otro sitio, y eso también me ayudaba a evadir cualquier preocupación que tuviera en la adolescencia y me daba un poder de inventar ilimitado.

Al principio, todo eso no lo asociaba con la actuación en sí, eso fue bastante más tarde, lo asociaba con una forma de ser y de sentir, luego un poco el subconsciente me fue llevando al camino de actor; una vez que probé conscientemente el veneno de subirte a las tablas del teatro ya entré en un punto de no retorno, y ya desde aquellos tiempos solo pienso en como seguir avanzando en esto. 

-Y luego una vez que te decidiste a ser actor, ¿qué te animo a venir a Madrid desde Almería?  

Simplemente vine para seguir creciendo en mi formación actoral y laboral. Me vine a Madrid porque evidentemente es la ciudad de España donde mas posibilidades hay. También por necesidad si antes era por necesidad de expresarme, ahora por necesidad de seguir creciendo, simplemente por eso.

 
-Y ya en Madrid, ¿qué fue lo que primero intentaste, buscar agente? 

Desde el primer día me puse a buscar agente y escuelas... todo lo que me fuera mas productivo para seguir creciendo.

-Ya que hablas de escuelas, ¿crees que un actor necesita formarse en una academia de interpretación, etc, para ofrecer la mejor actuación que le sea posible?  

Sí, yo tengo claro que una escuela te va a proporcionar herramientas para que puedas moldear tus cualidades actorales, no te va a restar nada y, en cambio, te va a sumar experiencias y diferentes formas de interpretar entre otras muchas cosas, sin duda, para mí la escuela es el mejor sitio donde poder probar y tomártelo como si fuera un laboratorio, luego ya uno mismo va formando su propia forma de llevar los trabajos adelante. 

-¿Recuerdas cómo fueron tus primero comienzos como actor en Madrid?

 
Los recuerdo porque estaban llenos de mucha ilusión y bastante inocencia, afortunadamente ambas cosas me daban energía para tirar para adelante y no quedarme paralizado por las dificultades, eso es lo que mas recuerdo. 

-Te has movido entre teatro, cine, cortometrajes... Así que, empezamos por el cine, ¿qué sentiste al saber que iba a participar en una película de la categoría de El triunfo?  

La película "El Triunfo" era lo primero de todo que hacía en cine, cuando me llamaron para comunicarme que iba a formar parte de la película me entro un subidón de adrenalina tremendo. Porque el triunfo era el primer casting que hacia en Madrid y siempre fui a ese casting con muchas ganas, mucha ilusión y la mentalidad de que iba a hacer la película, aun sin saber que el casting era totalmente multitudinario y que se tiraron mas de un año haciendo el casting. Pero bueno, a mí me funciono esa autoconfianza de decir "oye, yo voy a hacer esta película".  

-Como eras un actor primerizo, ¿qué sentiste cuando pensaste: "voy a trabajar con gente como Juan Diego, Angela Molina..."? 

Pues esta gente para mí son auténticos pozos de sabiduría. La gente que lleva muchos años trabajando y que tiene mucha experiencia, solamente con observarlos o escucharlos lo que dicen, te aportan muchísimo, tienes que estar muy atento, porque te dan píldoras cada dos por tres. Y así hice, yo siempre creo que en un rodaje siempre suele haber gente muy interesante, muchos profesionales, tienes que intentar absorber todo lo que puedas no solo del equipo artístico, sino del equipo técnico, que siempre hay gente bastante valida también.  

-¿Qué es lo que  recuerdas con más cariño de esa película, aparte de eso? 

Pues, eramos cuatro chavales muy jóvenes. Los cuatro era casi lo primero que hacíamos, y estuvimos dos meses en Barcelona en el rodaje. Eramos una pequeña pandilla que nos lo pasábamos bastante bien, porque teníamos mucha similitud en que eramos muy jóvenes, empezábamos todos a hacer nuestra primera trabajo grande y teníamos mucha ilusión. Sí que habrá otros rodajes, pero nunca se dará aquello que surgió allí son cosas que solo pasan una vez.

También el buen recuerdo de ir con la película a Berlín, y competir en Panorama. 
 

-Después de "El triunfo" participaste en obras de teatro como "Asesinos Anónimos" o "La guerra de los frágiles", ¿cómo es la vida de un actor de teatro, es un reto subir a un escenario para interpretar cada día el mismo personaje?  

Estas dos obras, me tire dos años representándolas, ambas intercaladamente, y el reto de subirte a un escenario también depende mucho de la obra, pero en concreto la de "La guerra de los frágiles" requería mucha energía y concentración, me acuerdo que me marqué una gran disciplina en la que intentaba descansar todos los días lo máximo que podía, para llegar al teatro fresco, una obra como esta te requiere muchas cosas y deberes que tienes que hacer. Me acuerdo que llegaba con cierta antelación al teatro para calentar bien la voz y el cuerpo y, sobre todo en cada función, recuerdo que cambiaba pequeños detalles del personaje, de circunstancias y de objetivos que me hacían no caer en esa repetición y hacía que cada día naciera algo vivo, algo nuevo en la función y la verdad es que es una experiencia para disfrutar mucho.

-En "La guerra de los frágiles", de ya que hemos hablado, ¿cómo te involucraste como actor en la obra, para dar vida al personaje y que le llegara bien al espectador el mensaje que querían darle los autores?  

Evidentemente para que te quede un trabajo, cuanto menos decente, tienes que involucrarte lo mejor posible (esta obra iba sobre un homenaje a reporteros de guerra), y tuvimos siempre el apoyo de los reporteros de guerra Ramón Lobo y Gervasio Sánchez, que apoyaron el texto e hicieron algunas aportaciones, estos profesionales que han vivido tanto como reporteros de guerra en guerras totalmente inhóspitas, solos, te decían cosas, te dejaban libros... Leías algo sobre ellos y la inquietud te llevaba a leer más y leer más, y llegaba un momento en que no era un experto evidentemente pero sabías algo sobre reporteros de guerra y te hace seguir con inquietud buscando que más puedes aportar y luego lo bueno de todos estos trabajos es que te dejan un poso de cultura muy bueno.

-Ya que hablamos de obras de teatro duras, "Asesinos anónimos" era una obra que aparte de tener forma cómic, contenía escenas muy duras, con dosis de violencia física o verbal, ¿fue complicado o duro interpretar algunas situaciones, y más en directo?

Pues así como te digo que tenía mucha dureza "La guerra de los frágiles", "Asesinos Anónimos" a nivel de dirección se le dio un cambió, porque se mantuvo el tema central del cómic, pero lo convirtieron en una comedia de humor negro. Era un poco mas liviana de hacer que "La guerra de los frágiles", que también tenía algo de humor pero además contenía bastante mas drama.

Era bastante divertida y funcionaba bastante bien esa obra.

-Creo que para esa obra te dieron también el cómic para que te lo leyeras, ¿no?  

Sí, me dieron el cómic, (yo no soy muy aficionado al cómic, no sé apreciar bien al arte del cómic) a mí personalmente me gusto mucho, por los dibujos, por la trama, el formato...

-Pasamos a los cortos. Has participado en "Subway", "Enemigos"... ¿qué le aporta a un actor participar en un cortometraje, si dicen que suele hacerse por amor al arte? 

Pues en el mundo del corto, lo que hay y espero que siga cultivando son ideas bastantes originales y bastante singulares, que a lo mejor por temas de producción en el mundo del largo no se pueden llevar adelante. Entonces, involucrarte con directores jóvenes o de cualquier edad, en cortometrajes que normalmente tienen mucho ingenio porque apenas tienen presupuesto, siempre es muy interesante meterte en historias de este tipo.

 
-En "Enemigos", interpretas a un soldado, ¿recibiste algún tipo de instrucción militar? 

Alguna, pero como ya venía de la obra "La guerra de los frágiles" observe bastante de los soldados, ya venía con tarea realizada. Aprendí un poco la forma de disparar, teníamos un especialista, la forma de como coger las armas, etc.

-En ese corto había efectos especiales, ¿cómo trabaja un actor con efectos de sonido, digitales y todo? 

Es lo que suele pasar en el cine, que luego en postproducción le introducen disparos y bombas, y lo que es en el rodaje estas tú sin ningún tipo de efecto... tienes que usar como siempre la imaginación.  

-Y os divertiríais mucho por el tono del corto, ¿no? 

Sí, nos divertimos mucho, porque parte del corto se rodó en escenarios reales, que eran refugios de la Guerra Civil en Almería, y sí, era muy divertido ir corriendo por aquellos escenarios, con mi compañero Carlos Chamarro, que ya de por sí él es diversión pura y dura.

-"Enemigos" esta ganando muchos premios, ¿como actor estas satisfecho de los reconocimientos que se está llevando el corto? 

Sí, siempre que lleguen premios a cualquier trabajo en el que estés, bienvenidos sean, y más en el mundo del cortometraje que depende de alguna manera la vida del corto de los premios o menciones que tengan.

-Y ya pasamos al cine, ahora mismo acabas de terminar el rodaje de "Entre lobos", de Gerardo Olivares, ¿qué puedes decirnos de esta película?

 
Pues Entre Lobos para mí es una película inmensa, es una película grande de aventuras que yo creo va a sorprender a mucha gente. Se sumerge en Córdoba, los años 50, esta basada en hechos reales, donde un padre vendió a un cabrero a su hijo. Este cabrero murió y el niño se crió entre lobos doce años, sin ningún tipo de contacto con ningún humano, solamente con los lobos en mitad de la sierra. Entonces ya de partida la historia es muy emocionante, y Gerardo Olivares es una persona muy especial, como persona y como director, y creo que tiene entre manos algo muy valioso.

-Como esta basado en un hecho real, ¿recibisteis documentación sobre lo que paso para meteros mas en la piel de los personajes?  

Aunque está basada en hechos reales, sí es cierto que Gerardo Olivares también incluyó varios personajes de ficción, como es el mío, que no estaba en la historia verdadera sino para enriquecer un poco mas ya de por sí cinematográficamente hablando. 

-El rodaje de "Entre Lobos" se ha espaciado a los largo de los meses, ¿de qué manera afrontas el apartarte de un personaje para retomarlo tiempo después? 

Buenos, pues es una circunstancia más de tantas otras que se pueden dar en un rodaje. En este caso, Gerardo Olivares quiso rodar en tres bloques diferentes, en un período largo de tiempo, no ha habido por mi parte problema por ello. 

-Y después de "Entre Lobos" has tenido la oportunidad de trabajar a las ordenes de Carlos Iglesias en "Ispansi", ¿qué personaje interpretas en esta película?  

Ispansi fue un poco entremedias del rodaje de "Entre lobos" y más que nada todo nació del hecho de poder trabajar con Carlos Iglesias, y al final pude colaborar con él. Es un personaje pequeñito, pero siempre el hecho de poder colaborar o trabajar con directores a los que apreció, directores como Carlos Iglesias, Sánchez Arevalo, Belén Macías, David Planell... todo este tipo de directores me gustan mucho y me encantaría trabajar con ellos, así que fue un lujo poder rodar con Carlos.

-Ispansi trata un tema que todavía puede tocar la fibra sensible de muchas personas, ¿de qué forma intentasteis los que trabajasteis en ella ser fieles a lo que sucedió en esos tiempos? 

Yo en esa película me centré un poco en mi colaboración. Sí es verdad que me leí el guión entero y me parece un guión bastante acertado, yo creo que Carlos Iglesias, que también firma el guión, ha hecho una escritura muy precisa, reflejándolo en una gran historia. Levantará ampollas o no, pero también es una historia muy concreta, no es que vaya a abarcar gran parte de lo que fue la Guerra Civil, es una historia concreta, de unas personas en concreto y en un lugar en concreto. A ver qué tal le funciona.

-En tus últimos trabajos has dado vida a personajes que han vivido en un pasado reciente, ¿cómo se prepara un actor para interpretar un personaje que vivió en otros tiempos? 

En el caso de "Entre lobos", que es un personaje que vivió en los cincuenta o así lo narra la ficción, pues simplemente cuando estas en la sierra, en mitad de la sierra de Córdoba, con caballos con lobos, con hurones, tienes que hacer poca cosa. Te facilita mucho una localización real, en exterior con los animales, con el vestuario, siempre tienes que aportar evidentemente pero estas circunstancias siempre te aportan bastante para que sea mas fácil jugarlo.

-Para ir terminado, ¿puedes decirnos en qué proyectos estas trabajando actualmente o vas a trabajar? 

Voy a trabajar a partir de mediados de Junio en un proyecto de Fran Ventura, que se llama el Vértice infinito, que se va a rodar en Almería, afortunadamente en mi tierra, y es una historia bastante singular que también posiblemente de mucho que hablar. Son personajes que han tenido diferentes conflictos y, por no desvelar mucho, digamos que los subsanan por la noche, teniendo una vida algo destructiva...por los ensayos que he realizado con Fran Ventura me parece un director diferente a la hora de encarar las cosas y tengo curiosidad por rodarlo. Luego, en Agosto me embarcaré en otra producción.

-Pues eso es todo. Gracias por la amabilidad.

De nada, muchas gracias a ti.