NGC Ficción! es una de las editoriales especializadas en literatura de género que más están apostando por editar novelas de autores españoles donde, por encima de todo, predomine la calidad y los contenidos que le aporten a los lectores algo más que un mero entretenimiento (que entretenidas, las novelas que publica esta editorial también lo son, dicho sea de paso).
Hasta ahora NGC Ficción! contaba con líneas editoriales dedicadas a la ciencia ficción, el terror y el género negro. Pues ahora, da un paso adelante y se aventura a lanzar también una línea dedicada a las novelas de fantasía. Y se estrena con un título de auténtico lujo: Fieramente humano, de Rodolfo Martínez.
Englobada dentro del ciclo de "La Ciudad", esta novela contiene algunos lugares y personajes comunes con otras novelas y relatos ambientados en este entorno, pero no es necesario leérselas para comprender la historia que nos vamos a leer, pues se trata de un relato completamente independiente que cuenta con un principio y un final prácticamente cerrados. Así, lo que nos propone Rodolfo Martínez es una novela de fantasía cuyo hilo conductor es la investigación que realiza el policía Gabriel Márquez de una serie de asesinatos que está cometiendo alguien que acaba de llegar a esta ciudad.
En teoría, casi todo en Fieramente humano debería girar entorno a este argumento, pero esto sólo es una pequeña parte de esa gran historia que nos relata el novelista asturiano, quien usa varios hilos argumentales que tienen lugar tanto en el pasado como en el presente para darle forma a ese Todo que lo engloba todo. Esta es, por tanto, una novela muy coral donde el protagonismo se reparte entre varios personajes y en la que su autor usa cada capítulo para presentarnos el distinto punto de vista de esta misma historia que tiene cada uno de ellos. Sí, son varias historias distintas, con sus propios personajes, los que pasan por estas novelas y eso haría que más de un lector pudiera despistarse y perder el hilo de la narración -por ejemplo, cuando comienza a relatarnos esa parte que ocurre unas décadas antes de la historia principal-. Pero eso es sólo al principio y durante unas pocas páginas, porque la historia es tan poderosa e interesante que ese pequeño escollo queda atrás y cualquier lector queda pronto atrapado con lo que nos está contando este escritor.
La Ciudad, ese entorno por el que Rodolfo Martínez mueve a casi todos sus personajes por la mayoría de los capítulos de Fieramente Humano es un "personaje" en sí mismo y su ambientación está tan cuidada que uno como lector siente que está ahí realmente. De este modo, cuando pasados unos capítulos se retorna a una determinada localización, todos sabemos dónde estamos con apenas unas meras descripciones. Hablando de personajes, hay que decir que todos ellos están maravillosamente construidos -no se me ocurre ningún apelativo para exponer con claridad lo que sentí al leer las vivencias de los "hijos" de Rodolfo Martínez-. Hay mucha ambigüedad moral en todos ellos y, como cualquier ser humano, se mueven siempre entre las luces y las sombras. Además, su creador ha realizado lo que, imagino, habrá sido un esfuerzo titánico para conferir a cada uno de sus personajes de una identidad propia, con sus particulares motivaciones, pensamientos o modo de hablar. No hay ningún personaje igual a otro en esta obra y para el recuerdo me quedo con ese enigmático doctor Zanzaborna (claramente inspirado en cierto superhéroe de cómics) o con la dualidad existente entre Gabriel y Eva, dos de los personajes que -pese a que guardan también un lado oscuro- más puntos luminosos tienen. Sin duda, Fieramente Humano es una obra de fantasía en la cual su autor ha puesto un especial cuidado en transmitirnos todo lo que les ocurre a sus personajes interiormente en esa evolución que sufren a lo largo de sus páginas. Pero también es una excelente novela de fantasía oscura.
Rodolfo Martínez es un gran autor y a cada uno de los textos de ficción que escribe les otorga un sello personal reconocible por todos los que seguimos su obra. Su prosa está dotada de un lenguaje literario en el que abundan los lirismos y el escritor se recrea cuando tiene que describir una situación o a un personaje para mostrarnos cosas que están más allá de las palabras que está escribiendo. Eso sí, lo hace de tal modo y con tal maestría -propia de un autor de su talla- que su narración resulta muy fluida y llena de dinamismo. Hay parajes que, tal y como los escribe, nos hacen recordar a los mejores relatos de autores clásicos de este género como Howard o Lovecraft, no sólo por el tipo de seres sobrenaturales o entornos por los que se mueve la historia; si no también por el tono en el que están escritos. Hay escenas cargadas de una evidente brutalidad, que nunca resulta gratuita y toda esa violencia -algunas veces sexual- está puesta al servicio de la historia o de los personajes, para que tengamos otro modo de ver cómo son interiormente.
Para ir terminando, poco más me queda de comentar de una novela redonda en todos sus sentidos que, resumiendo, aparte de estar muy bien escrita, es condenadamente entretenida. Bueno, me queda un punto por mencionar: Lo cuidado de su edición.
NGC Ficción! es una joven editorial, que además de apostar por obras de calidad, le está poniendo un mimo a cada parte del proceso de edición de cada una de sus novelas que es digno de la mayor de las alabanzas. Porque factores como la maquetación, como el diseño de portada, la corrección de estilo o el tipo de papel escogido están revisados concienzudamente para ofrecerle al lector la mejor novela -en continente y contenido- que le ha sido posible.
Hasta ahora NGC Ficción! contaba con líneas editoriales dedicadas a la ciencia ficción, el terror y el género negro. Pues ahora, da un paso adelante y se aventura a lanzar también una línea dedicada a las novelas de fantasía. Y se estrena con un título de auténtico lujo: Fieramente humano, de Rodolfo Martínez.
Englobada dentro del ciclo de "La Ciudad", esta novela contiene algunos lugares y personajes comunes con otras novelas y relatos ambientados en este entorno, pero no es necesario leérselas para comprender la historia que nos vamos a leer, pues se trata de un relato completamente independiente que cuenta con un principio y un final prácticamente cerrados. Así, lo que nos propone Rodolfo Martínez es una novela de fantasía cuyo hilo conductor es la investigación que realiza el policía Gabriel Márquez de una serie de asesinatos que está cometiendo alguien que acaba de llegar a esta ciudad.
En teoría, casi todo en Fieramente humano debería girar entorno a este argumento, pero esto sólo es una pequeña parte de esa gran historia que nos relata el novelista asturiano, quien usa varios hilos argumentales que tienen lugar tanto en el pasado como en el presente para darle forma a ese Todo que lo engloba todo. Esta es, por tanto, una novela muy coral donde el protagonismo se reparte entre varios personajes y en la que su autor usa cada capítulo para presentarnos el distinto punto de vista de esta misma historia que tiene cada uno de ellos. Sí, son varias historias distintas, con sus propios personajes, los que pasan por estas novelas y eso haría que más de un lector pudiera despistarse y perder el hilo de la narración -por ejemplo, cuando comienza a relatarnos esa parte que ocurre unas décadas antes de la historia principal-. Pero eso es sólo al principio y durante unas pocas páginas, porque la historia es tan poderosa e interesante que ese pequeño escollo queda atrás y cualquier lector queda pronto atrapado con lo que nos está contando este escritor.
La Ciudad, ese entorno por el que Rodolfo Martínez mueve a casi todos sus personajes por la mayoría de los capítulos de Fieramente Humano es un "personaje" en sí mismo y su ambientación está tan cuidada que uno como lector siente que está ahí realmente. De este modo, cuando pasados unos capítulos se retorna a una determinada localización, todos sabemos dónde estamos con apenas unas meras descripciones. Hablando de personajes, hay que decir que todos ellos están maravillosamente construidos -no se me ocurre ningún apelativo para exponer con claridad lo que sentí al leer las vivencias de los "hijos" de Rodolfo Martínez-. Hay mucha ambigüedad moral en todos ellos y, como cualquier ser humano, se mueven siempre entre las luces y las sombras. Además, su creador ha realizado lo que, imagino, habrá sido un esfuerzo titánico para conferir a cada uno de sus personajes de una identidad propia, con sus particulares motivaciones, pensamientos o modo de hablar. No hay ningún personaje igual a otro en esta obra y para el recuerdo me quedo con ese enigmático doctor Zanzaborna (claramente inspirado en cierto superhéroe de cómics) o con la dualidad existente entre Gabriel y Eva, dos de los personajes que -pese a que guardan también un lado oscuro- más puntos luminosos tienen. Sin duda, Fieramente Humano es una obra de fantasía en la cual su autor ha puesto un especial cuidado en transmitirnos todo lo que les ocurre a sus personajes interiormente en esa evolución que sufren a lo largo de sus páginas. Pero también es una excelente novela de fantasía oscura.
Rodolfo Martínez es un gran autor y a cada uno de los textos de ficción que escribe les otorga un sello personal reconocible por todos los que seguimos su obra. Su prosa está dotada de un lenguaje literario en el que abundan los lirismos y el escritor se recrea cuando tiene que describir una situación o a un personaje para mostrarnos cosas que están más allá de las palabras que está escribiendo. Eso sí, lo hace de tal modo y con tal maestría -propia de un autor de su talla- que su narración resulta muy fluida y llena de dinamismo. Hay parajes que, tal y como los escribe, nos hacen recordar a los mejores relatos de autores clásicos de este género como Howard o Lovecraft, no sólo por el tipo de seres sobrenaturales o entornos por los que se mueve la historia; si no también por el tono en el que están escritos. Hay escenas cargadas de una evidente brutalidad, que nunca resulta gratuita y toda esa violencia -algunas veces sexual- está puesta al servicio de la historia o de los personajes, para que tengamos otro modo de ver cómo son interiormente.
Para ir terminando, poco más me queda de comentar de una novela redonda en todos sus sentidos que, resumiendo, aparte de estar muy bien escrita, es condenadamente entretenida. Bueno, me queda un punto por mencionar: Lo cuidado de su edición.
NGC Ficción! es una joven editorial, que además de apostar por obras de calidad, le está poniendo un mimo a cada parte del proceso de edición de cada una de sus novelas que es digno de la mayor de las alabanzas. Porque factores como la maquetación, como el diseño de portada, la corrección de estilo o el tipo de papel escogido están revisados concienzudamente para ofrecerle al lector la mejor novela -en continente y contenido- que le ha sido posible.
José Luis Mora.
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