Un asesino en serie está sembrando el terror en la ciudad de Valladolid, provocando que la gente tenga miedo a salir de noche a la calle... Dos policías que no se llevan precisamente bien serán los responsables de dirigir la investigación que lleve a detenerlo.
Esta es la premisa con la que arranca este curioso cortometraje dirigido y protagonizado por Alfonso Arranz, un joven realizador que ha rodado cortos tan interesantes como Un puente a la vida. Rodado con pocos medios y en escaso tiempo, sus responsables supieron sacar partido de lo que tenían a su disposición para crear una historia bastante apañadita que consigue transmilirle cierta tensión al espectador.
Tal vez lo más original de este cortometraje sea su estructura narrativa que, al usar la técnica del "falso trailer" que tan de moda está ahora, permite condensar (y bien) en apenas unos minutos un relato que hubiera dado para un metraje de mayor duración. Por otro lado, los actores que participan en el corto hacen un trabajo bastante decente. Casi ninguno de ellos es un actor que se dedique a ese oficio profesionalmente, pero dan muestras de tener bastante talento y nos regalan momentos muy logrados como el que realiza Doc Pastor -el encargado de interpretar al asesino- al mirar con una auténtica mirada de asesino psicópata a una de sus futuras víctimas. Había destellos en su actuación del trabajo de otros ilustres asesinos de la televisión y se le notaba una clara inspiración en el personaje interpretado por Robert Knepper en la serie Prison Break.
En resumen, La cara oculta de la Luna es un buen ejemplo de todo lo bueno que pueden aportarnos jóvenes realizadores de cortos que, con apenas una cámara y mucha imaginación, son capaces de rodar cortos bien hechos y muy entretenidos.
José Luis Mora
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