Entrevista a Carolina Cañada

            Como todos, de pequeña quería ser una cosa distinta cada día. Pensaba que podía ser cualquier cosa, pero actuar era lo que más me llamaba. Hoy sigo pensando que puedo hacer cualquier cosa en mi vida, pero lo que siento cuando interpreto no tiene comparación con nada. Una vez que lo probé ya no había marcha atrás. Es peor que la heroína.

-¿La formación es importante para que un actor dé la mejor interpretación que le sea posible?

            La formación es fundamental porque, aunque hay mucho de observación y de intuición en la creación de los personajes, tener gente que te guíe y que te aporte técnica es una ventaja. Unos necesitan más tiempo de formación antes de empezar a trabajar y otros menos. Pero hay que seguir formándose siempre. En esto y en el resto de trabajos. Yo he tenido ese ejemplo en casa y pienso que es lo correcto. Y también se puede aprender viendo trabajar a otros. Yo he aprendido tan buenas herramientas de maestros como Strassberg o Jose Pedro Carrión como de compañeros de trabajo a los que he ido a ver actuar.

-¿Qué metas te marcaste una vez decidiste ser actriz?

            Ser actriz sin dejar de ser persona. Yo pienso que lo primero que uno debe marcarse como meta es ser lo más completo como persona. Tener la cabeza bien puesta y ser lo más consecuente posible. Después viene todo lo demás, como ser actriz o ser pintor o médico. A veces dejamos que nuestras profesiones nos absorban y nos desocupamos de nosotros mismos. Yo interpreto durante un rato pero cuando termino vuelvo a mi vida. No puedo ir de actriz las 24 horas del día porque entonces, no vivo. Y vivir es fundamental. Mira, hace años alguien del gremio (creo que era operador de cámara) me dijo que antes de ser actriz tenía que vivir, que no tuviera prisa por trabajar. No sólo no le entendí, sino que me lo tomé a mal, porque yo tenía mucha prisa por ser actriz. Pero aquel chico tenía razón. El tiempo asienta muchas cosas. No le he vuelto a ver nunca, pero me gustaría decirle que tenía razón.

-¿Sigue siendo duro eso de presentarse a los castings?

            Para mí preparar un casting es parte del trabajo en sí mismo, así que en ese momento ya estoy disfrutando. La presión de conseguir el papel está ahí siempre porque persigues la continuidad. Yo he hecho más de 500 castings de todo tipo. Es más duro quedarse finalista. Y eso ya me ha pasado unas cuantas veces, pero esto es así. Lo asumes cuando decides ir a un casting y aún así vas.

-¿Recuerdas cuál fue tu primer papel?

            Dicen que tu primer papel es aquel por el que te pagan. Lo primero por lo que me pagaron fue por un montaje creado y dirigido por Dora Albardíaz, una directora muy interesante de Jaén. Lo hice siendo adolescente y fue lo mejor de aquellos días.

-¿Qué sentiste en aquél momento?

            Sentí que era lo mejor que podía pasar en ese momento. Y tuve la sensación clara de que aquello no tenía vuelta atrás.

-En teatro has participado en obras como "La casa de Bernarda Alba" o "El vodevil de la pálida, pálida Rosa", dirigidas por Lola Vico, ¿De qué forma te preparas como actriz para realizar una actuación en directo ante el público?

            ¡Uff! De eso hace miles de años. Lo hice cuando me empezaba a formar como actriz. En cada época te preparas de una forma distinta. Aunque yo creo que nunca se está del todo preparado para enfrentarse a un directo sí que soy muy kamikaze y siempre huyo hacia adelante. Para mí el directo es lo que más cuenta porque tiene que salir bien sí o sí, y si no está saliendo bien tienes que hacer que no se note. Eso es un arte. Cuando grabas, las repeticiones y, después, los montadores te pueden salvar una interpretación floja. En el directo vas a pecho descubierto, pero dudo mucho que ningún actor rehúse repetir ese subidón de adrenalina. Es muy fuerte.

-"La casa de Bernarda Alba" es un clásico que tiene momentos de gran dureza emocional, ¿cómo afrontaste el reto de dar vida a un personaje de esta obra?

            La Casa de Bernarda Alba sigue vigente casi un siglo después de que Federico la escribiera. Las mujeres (y los hombres) aún tienen que pelear a diario por sus derechos. Cuando preparaba la obra nunca pensé que era un tema que no me tocara de cerca. Si alguna vez han sido injustos contigo o te has sentido reprimido por una fuerza mayor puedes identificarte con facilidad con estos personajes. No hace falta que hayas vivido lo mismo que el personaje. Por otra parte, yo vengo de una familia de muchas mujeres, así que entiendo a la perfección el funcionamiento del cerebro femenino. Y hacer una obra con tantas mujeres me pareció muy divertido.

-¿Y cómo es repetir continuamente el mismo papel?

            Sé que hay gente que se aburre por repetir siempre lo mismo y puedo entenderlo, aunque no es mi caso. Yo podría estar las 24 horas del día haciendo esto y ser absolutamente feliz. De todas formas, nunca haces la misma función, como ya habrás escuchado más de una vez. Repetir también es una buena ocasión para probar cosas. No obstante, todo tiene un límite y sé que no podría seguir haciendo algo si ya no me aporta nada nuevo.

-¿Para una actriz importa la extensión de un papel a la hora de ofrecer su mejor trabajo?

            Importa por muchas razones. Cuando haces un papel largo tienes mucha información sobre el personaje y eso te da la posibilidad de dar muchos matices e intenciones. También tienes mucha más responsabilidad. Pero el verdadero reto es cuando tienes que crear todo un mundo alrededor de un personaje con pocas secuencias. Es muy emocionante en ambos casos. De cualquier forma, con independencia de la extensión del personaje es fundamental que el director te dirija, ya sea en una producción grande como en una pequeña.

-Hablando de "pequeñas producciones", has colaborado en los rodajes de cortometrajes. ¿Qué te motiva a ti para querer participar en el rodaje de un corto, que suele hacerse "por amor al arte"?

            Lo primero es que dudo que haya muchos actores que hayan decidido ser actores para hacerse ricos, porque para eso estudias otra carrera. Después, es que siempre he pensado que gran parte de lo más interesante está en la cantera. Para mí, un buen director es aquel que es capaz de contar una buena historia en muy pocos minutos y con pocos medios. Otra razón para hacer cortos es que creo que hay que estar todo lo activo que te sea posible o te oxidas, y eso no nos lo podemos permitir.

-En televisión, una de tus primeras oportunidades te llegó con la serie británica "Is Harry on the Boat?". ¿Cómo fue tu experiencia de rodar una serie en inglés?

            Fue uno de los mejores trabajos que he tenido. En mi familia los idiomas han sido siempre algo que se ha fomentado mucho y ahora lo agradezco porque mi nivel de inglés me ha dado muchas alegrías. Esta fue una de ellas. Además, me descubrió una forma de interpretar diferente y ahora me siento muy cómoda trabajando en este idioma.

-¿Qué papel te tocó interpretar en esta serie?

            Nuria González era el nombre de mi personaje -sí, como la actriz de Física o Química-. Se trataba de una estudiante de Turismo que va a pasar las vacaciones al hotel de su tía para hacer prácticas. Mi personaje tenía a todo el mundo convencido de que era una chica excepcional e intachable, pero detrás de esa máscara había una chica completamente distinta. Era como hacer dos personajes al mismo tiempo y eso es un gustazo.

-¿Y qué tal llevaste eso de trabajar con un equipo de rodaje compuesto, principalmente, de ingleses?

            De maravilla. Aquel rodaje me pareció maravilloso. Puedes aprender mucho de gente que hace las cosas de forma distinta a tu país. Fue muy enriquecedor. Y, aparte, alucinaba con cosas como que se sacara tiempo para ensayar fuera de cámara o que el productor en persona viniera a disculparse por haberme puesto nueve secuencias para un día.

-En España, uno de tus papeles más destacados en televisión fue en "Yo soy Bea". ¿Cómo era eso de trabajar en una serie diaria?

            Es difícil llegar nuevo a una serie que ya lleva más de 200 capítulos porque el equipo ya está hecho y se tiene un ritmo distinto para grabar. El primer día notas que estás oxidado y juras que nunca más vas a dejar que te pase. Luego, coges aire, tiras palante y disfrutas de tu trama.

-¿A qué personaje te tocó dar vida en "Yo soy Bea"?

            Mi personaje se llamaba Teresa Trigo, la Directora de Márketing de Dove y amiga personal de Cayetana de la Vega, una de las protas (Mónica Estarreado). Fue una trama alrededor de un reportaje especial de verano acerca de las "mujeres reales" que vende la marca de cosmética desde hace varios años. Estuvo bien porque mi personaje puso a raya a unos cuantos de los malos. Y guardo buen recuerdo porque batimos el récord de audiencia de la serie durante mis capítulos y eso es muy estimulante.

-La serie era de marcado tono humorístico, ¿los actores qué tipo de control hacíais para no sobreactuar y que todo quedara natural y agradara a los espectadores?

            La comedia permite que los personajes estén más al límite. Una de las cosas buenas de aquella serie es que permitía la convivencia entre personajes que estaban más pasados y personajes naturalistas. Me tocó interpretar junto a actores de los dos tipos y en ningún momento me pareció que nadie estuviera fuera de sitio. Si metes uno de esos personajes en Hospital Central, chirriaría por todos lados, pero en Yo soy Bea quedaba bien y la prueba es todo el tiempo que aguantó en antena con buena audiencia.

-También has participado como actriz en numerosos spots y campañas publicitarias, ¿qué diferencia notas entre rodar una "ficción convencional" en, por ejemplo, una serie y rodar un spot?

            Tampoco he hecho tantas, pero la diferencia principal es lo que cobras por un día de rodaje. En publi se cobra más. Luego, el rodaje es más o menos igual, aunque en publi opina más gente y sobre detalles que una persona ajena a esto no entendería.

-Por último, ¿puedes decirnos en qué proyectos estás trabajando actualmente?

            Si todo va bien haré teatro la temporada que viene. Y hay una peli internacional por ahí pendiente. Pero ya sabes que en esta profesión los proyectos van y vienen. Unos salen y otros se quedan en eso, en proyectos. Esto es así y lo asumo. Lo importante es que siempre se esté con algo nuevo en la cabeza.

-Eso es todo. Gracias por tu amabilidad.

            Gracias a ti, Jose Luis.

Jose Luis Mora

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