Conocida por su participación en largometrajes como "Nevando voy", en vídeos musicales y en premiados cortometrajes como "Mie2" o "Intercambio", Laura de Pedro es una joven actriz con muchísimo talento y una enorme proyección. Tiene varios proyectos pendientes de estrenar o de rodar y, para nosotros, es todo un placer haber charlado con ella sobre sus trabajos como actriz, tanto del pasado como del presente o de su futuro.
-La primera pregunta es la típica que solemos hacerle a casi todos nuestros entrevistados: ¿En qué momento decidiste que lo tuyo era la interpretación?
Que recuerde desde siempre he querido ser actriz. El momento en que lo tuve claro fue durante mi primer curso de teatro, al acabar una escena supe que aquello que acababa de pasarme por dentro lo quería volver a vivir. Fue un momento mágico.
-Dicen que la formación es importante para que un actor de lo mejor de sí mismo sobre los escenarios. ¿En tu caso has cursado estudios de interpretación de algún tipo?
He estudiado en William Layton y Corazza, y he seguido en talleres con diversos maestros, como José Carlos Plaza o Miguel Narros.
-Siguiendo con esto, ¿crees que un actor debería estar formándose continuamente?
Sin duda, si. Y también que otra escuela igual de importante es la práctica, ponerse manos a la obra con montajes de teatro o rodajes. Ir haciendo. Lo importante es mantenerte de un modo u otro siempre activo.
-Por cierto, ¿en qué videoclips podemos verte últimamente?
Ya se está emitiendo por la TV "Más suerte" de Second y he participado en otros dos,
"Ya lo sabes" de Orozco y "December Descent" de un grupo gallego, Colectivo Oruga, ambos a punto de salir.
-En la película "Diario de una ninfómana" participaste con un papel de reparto. ¿Le das la misma importancia a un personaje pequeño como el de Isa que al que pudieras interpretar con un personaje que tuviera un mayor peso, a la hora de trabajarlo?
Claro que sí, yo afronto mi trabajo con la misma ilusión. Si has aceptado un personaje es porque crees que tienes algo que le puedes aportar y si te han elegido, es porque algo han visto en ti para que lo lleves a cabo. Ese "algo" es el motor para dar vida al personaje, así que a defenderlo y a disfrutar de él.
-Hablando de papeles protagonistas, en "Nevando voy" realizaste tu primer papel protagonista en un largometraje. ¿Recuerdas cómo te llegó la oportunidad de participar en esta película?
Vi un anuncio en Soloactores donde buscaban actrices con acento vasco o navarro. Yo soy de Pamplona, así que me dije "esta es la mía, qué gusto hacer un casting sin tener que quitarme el acento!". Hice la prueba con Asun Aguinaco y poco después nos llamaron para decirnos que nos habían seleccionado. Había surgido mucha química entre las dos y saber que íbamos a trabajar juntas fue una gran alegría para ambas.
-"Nevando voy" es una cinta que refleja de una forma muy realista la situación que viven millones de trabajadores en su vida diaria. ¿Fue un reto acercarse a un ser tan real, con el que cualquier espectador podía sentirse identificado?
Cuando rodamos esta historia no sabíamos que íbamos a vivir este periodo de crisis que ahora tenemos que soportar como mejor podemos para mantenernos a flote. Los personajes se enfrentan a eso cada día, sobre todo Karmentxu (cuyo marido está en el paro) y Ángela que tiene en casa una madre problemática y un abuelo al que cuidar. Ambas están contratadas a través de una E.T.T. y su trabajo pende de un hilo en todo momento. Tienen que vivir con ello, porque no hay otra opción. Algo que se lleva años sucediendo en este país, ahora mucho más. Esto hace que Nevando Voy sea tan cercana, que el público cuando la ve empatiza con esta historia, porque habla de las circunstancias que muchísimas familias están soportando ahora.
-¿Te fijaste en algo de la realidad y tu entorno para dar vida a Ángela?
"Nevando Voy" es una historia que habla sobre como pequeños detalles pueden hacer surgir un vínculo especial entre personas y como pequeños malentendidos, pueden llegar destruirlos. Muchas veces sin darnos cuenta, porque estamos tan absortos en nuestros propios problemas que perdemos la percepción de lo que nos rodea, de lo que transmitimos a quienes tenemos cerca. Es algo que conozco, eso me ayudó a entender sus razones y reacciones en momentos muy concretos.
-En una película donde casi lo más importante son los diálogos y los sentimientos de sus protagonistas, ¿cómo lograste que tu Ángela traspasara la pantalla y con sólo decir una frase o realizar un simple gesto, los espectadores supiéramos tanto de tu personaje?
Desde el primer momento entre Maitena (codirectora y también guionista) y yo hubo mucha comunicación. Esta historia partía de una experiencia suya, Ángela tiene mucho de ella, eso hizo que estuviésemos muy conectadas. Me envió la biografía y luego fuimos llenando los huecos entre las dos.
A Ángela llegué poco a poco, me la fui encontrando al regresar a mi cuidad para el rodaje, imaginándomela por las calles, por su barrio, yendo a trabajar a la fábrica de cadenas para la nieve para conocer su trabajo... Y luego se fue llenando de emociones que de pronto me surgían, a las que iba llegando.
-"Nevando voy" fue una producción muy pequeña, rodada con muy pocos medios y un equipo muy pequeño. ¿Esto hizo que el rodaje fuera "más familiar"?
Sin duda ayuda, aunque más bien creo que es una cuestión de actitud. He estado en rodajes con mucha más gente y el ambiente era genial. También depende de cómo llegues tú, has de poner de tu parte. Y luego rodar con dos directoras, sin duda facilitó mucho las cosas, ya que se dividían: Candela estaba en la parte técnica y Maitena con los actores. Eso te acerca aún más a tu director, trabajar de esta manera hace que la comunicación sea constante, es un regalo para el actor.
-Esta película tuvo cierta repercusión, se ganó el respeto de la crítica y tú en particular recibiste un premio por tu interpretación en ella. Me imagino que eso te llenaría de alegría...
Es una sensación de alegría enorme, de gratitud hacia quienes han confiado en ti y hacia tu personaje. Compartí la felicidad de ese momento con mi gente y por dentro con Ángela.
-Desde que se rodó "Nevando voy" han pasado varios años. ¿Qué es lo que más recuerdas con cariño de su rodaje?
Todo! Fue mi primer trabajo y estuvo lleno de momentos súper especiales que nunca olvidaré. Recuerdo el lunes siguiente, tras haber acabado el rodaje...llevaba un mes levantándome a las siete de la mañana y poniéndome el uniforme del curro de Ángela para ir ya vestida al rodaje. De pronto no sabía que hacer ese día, me entró un vacío enorme...Fue entonces cuando empecé a darme cuenta de lo grande que era la experiencia que acababa de vivir.
-Tu siguiente papel protagonista fue en "Empusa", todavía pendiente de estreno. ¿Qué te animó a participar en una cinta de género de terror?
Paul Naschy. Es un icono mundial del Cine Fantástico. Había oído hablar muchas veces de él en mi entorno a personas que le conocían y admiraban su cine. Nunca me había imaginado trabajar con él, así que cuando surgió la ocasión y además de dar vida a una vampira, ni lo dude. Fue una experiencia diferente, me divertí muchísimo!
-Aquí estuviste bajo las órdenes de Paul Naschy, un maestro del género fantástico. ¿Aprendiste algo sobre esta profesión estando cerca de él?
Paul amaba lo que hacía, así de sencillo, era su vida. Tenía un capacidad de trabajo enorme, estaba en proceso constante, reescribiendo, imaginando...Ensayábamos todos los días tras el rodaje, hablábamos mucho, me contó mil anécdotas. Y siempre me decía: "Para sacar eso que tienes, vive. Tienes que vivir mucho niña". ¡En ello estoy!
-¿Repetirías participar en una obra de género fantástico?
Si el guión es bueno y el personaje un reto, sin duda.
-Pasando al cortometraje, ¿Qué te impulsa a trabajar en producciones que suelen hacerse "por amor al arte"?
Cuando estaba empezando, un actor me dio un consejo: haz cortos, todos los que puedas, es la mejor manera de aprender. Así que empecé a presentarme a casting, como una forma de practicar ante la cámara. Aparte de esto, hoy lo que me impulsa es la historia. Este año me han llegado guiones que cuando he acabado de leerlos ya estaba pillada por el personaje y no podía pensar en otra cosa que en darle vida. En este país hay un talento enorme, hay cortos con historias que le dan mil vueltas a algunas pelis que están en el cine... Este intercambio entre actores y directores tiene que existir, para que esas historias puedan realizarse. Mientras nos mantenemos activos, vamos creando y aprendiendo.
-En el corto "Mie2", de Iván Ruiz Flores, diste vida a una mujer que debía hacer que su amado expulsara sus demonios interiores, teniendo ella de por sí unos cuantos. ¿Te resultó duro meterte dentro de un personaje como este?
Iván Ruiz es de esos directores que escribe desde las entrañas. Cuando leí el guión me quedé cautivada por la historia de estos dos personajes que se quieren pero que están separados por un muro construido con los miedos de cada uno. Se "ven" pero no se atreven a dar el primer paso, sencillamente porque no quieren sufrir más. Derribar esa pared, llegar al otro fue un trabajo muy delicado, de escucha constante, de entender el por qué de lo que se dicen y lo que callan con las palabras y con las miradas.
-Con tanta profundidad como tiene la personalidad de tu personaje, ¿cómo te guió Iván Ruiz Flores para que sacaras todo lo que tenía ella sobre el papel?
Iván me contó muchas cosas de Ana, de sus sueños y sus miedos. Como ella es escritora, le hice un cuaderno que fui llenando con notas, diarios, cartas, fotos, collages...plasmando los momentos más significativos que había vivido hasta justo el momento en que empieza nuestra historia. Encontré muchas cosas de Ana en este proceso de trabajo y disfruté un montón haciéndolo.
-"Mie2" es un corto que relata temas universales que nos atañen a muchos. En lo que respecta a los actores, ¿cómo trabajasteis vuestros personajes Alberto Amarilla y tú, para que la historia resultara tan próxima a nosotros, los espectadores, y pudiéramos compartir con vosotros esos miedos que tienen los protagonistas del corto?
Alberto es un pedazo de actor, se toma su trabajo muy en serio. Es trabajador, concienzudo, detallista, generoso, muy buen compañero. Tenemos una marera bastante parecida de enfrentarnos al trabajo y eso nos ayudó a conectar enseguida. Además tuvimos la suerte de trabajar con un Coach que sabía perfectamente lo que Iván necesita de cada uno de nosotros y nos ayudó a encontrarlo, durante los ensayos y en el rodaje.
-Con historias tan intensas emocionalmente como "Mie2", ¿se te queda algo de tus personajes cuando terminas el rodaje?
Los siguientes días son como de añoranza... Un rodaje se vive como en una especie de burbuja, en un microclima emocional y cuando sales de ahí, es necesario hacer una transición y retomar tu vida. Yo lo vivo así, es mi manera. Luego me quedo con lo que he aprendido de ese personaje como persona y lo que me ha aportado como actriz.
-Siguiendo con los premios, con "Mie2" has vuelto a ganar un premio por tu interpretación. ¿Cómo te sientes cuando te dan estos reconocimientos?
Muy agradecida. Lo recibo con humildad, porque en esta profesión nunca sabes cuando volverás a trabajar y si tendrás la oportunidad de dar vida a personajes tan bonitos como Ana. Yo este premio se lo agradezco de corazón a Iván, que confió en mí para participar en su sueño y que estuvo hombro con hombro conmigo en todo momento.
-Otro de los cortos en los que has participado recientemente es "Intercambio", de Antonello Novellino y Antonio Quintanilla. ¿Recibiste documentación y asesoramiento sobre cómo viven las mujeres que, como tu personaje en este corto, deben vivir tantas penurias en mitad de una guerra?
Antonello y Antonio me pusieron en antecedentes sobre la hambruna conocida como Holodomor que asoló Ucrania en los años 30, provocada por el ejército ruso...murieron más de ocho millones de personas. Aún hoy luchan porque se reconozca este capítulo de la historia como un genocidio. Busqué fotos de la época...son terribles, hay en concreto una imagen de un niño pequeñito y deformado por la hambruna que no he podido olvidar...Leí testimonios sobre un paisaje rural desolador, donde en los pueblos los árboles no tenían ni hojas, se las comían. Mientras, ante estas circunstancias extremas de hambre y penurias, las mujeres se mantenían calladas, no se quejaban sino que se hacían más fuertes. Siempre lo han sido en las guerras, es el rol que les ha tocado, protectoras de sus familias, trabajadoras, luchadoras. Por eso mi personaje no habla... ¿para qué? Todo está dicho en las circunstancias que la rodean, en su mirada.
-Sin ánimo de desvelar nada del argumento, en "Intercambio" haces de una madre que tiene que vivir una serie de situaciones que le hacen, digamos, sufrir bastante en un par de escenas. ¿Tienes algún método para transmitirnos tan bien como lo haces en este corto todo lo que lleva dentro tu personaje?
Trabajo con imágenes. En momentos de tanta intensidad, tengo clara una imagen que me ayuda a conectar con la emoción que mi personaje está viviendo en ese justo momento.
-En "Intercambio" participaste en un relato que nos trasladaba a un país imaginario donde se relata una guerra imaginaria. ¿Qué de universal dirías que tiene lo que sus realizadores hablan en este corto?
La guerra, como sinónimo de atrocidad, injusticia, traición, abuso, hambruna, dolor, muerte... en fin. Que las guerras nos devoran el alma, la moral, la esperanza y llegan a sacar lo peor de nosotros es algo que todos sabemos. Y más en un país como este que ha sufrido las consecuencias en sus propias carnes.
-El último cortometraje donde has participado es "Los secretos de Miren", de Ray Marhuenda Pic. ¿De qué trata este corto y qué papel interpretas en el mismo?
Esta historia habla de los secretos, los que guardamos de los demás y los que escondemos de nosotros mismos. Soy Miren, una chica que para su tesis de final de carrera, sale a la calle con su cámara a grabar secretos a la gente. Un día, revisando una cinta, ve algo que despierta en ella un recuerdo dormido en su conciencia. Los secretos de Miren es muy especial para mí, es una historia tan bonita y sincera. Ha sido un viaje de búsqueda de la verdad, una mirada constante hacia dentro. Una experiencia preciosa.
-Volviendo a los largometrajes, hace poco participaste en "Huídas", de Mercedes Gaspar. ¿Qué nos puedes contar sobre esta película?
Es una road movie. Cuenta la historia de CHINA, una mujer chino-española que regresa a España a raíz de la muerte de su padre y emprende un viaje a través del país que la lleva a vivir muchas experiencias, algunas traumáticas. Mi personaje es LUNA, una chica que trabaja como voluntaria en un centro de acogida para mujeres inmigrantes víctimas de malos tratos. En un momento de la historia nuestras vidas se cruzan y la llevo al Centro de Acogida, un lugar donde entre todas se ayudan a enfrentar el dolor de las experiencias vividas, para así empezar a superarlo y poder retomar sus vidas desde la autoestima, con toda la dignidad que se merecen.
-Para terminar, ¿puedes hablarnos de algún futuro proyecto en el que vayas a participar?
Tengo pendiente el rodaje de varios cortos, en alguno volveré a repetir con directores con los que ya he trabajado, algo que me hace muy feliz. Y ahora que están a punto de terminar la postpo de los últimos cortos en los que he participado, tengo muchas ganas de verlos y disfrutar de esta segunda etapa del trabajo. Y a seguir viviendo, con la misma ilusión y curiosidad por esta profesión.
-Eso es todo. Gracias por tu amabilidad.
Las gracias son para ti, José Luis. ¡Un abrazo!
Videoclip "Más suerte", de Second.
Videobook de Laura de Pedro.
Laura de Pedro - Videobook from Laura Ramón on Vimeo.