Crítica: "El país de los ciegos", de Claudio Cerdán.

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grande_elpaisdelosciegos.jpgConocí a Claudio Cerdán gracias a su trabajo en el cortometraje Canela, vol. 0,5 y a su más que recomendable novela El Dios de los Mutilados. En todos sus cortos, novelas o relatos podemos leer historias cargadas de violencia, humor negro pasado de rosca, personajes que no son precisamente un desecho de virtudes y mucho amor hacia los géneros en los que se mueve este escritor. Sí, es más o menos lo que hace Tarantino en sus películas, pero Claudio es mucho Claudio, tiene un talento enorme, posee un estilo propio que le distingue de otros escritores o cineastas y, además, le sabe dar a todo lo que crea un aire "muy de aquí, muy patrio" que le sienta muy bien a todas sus historias.

Esto es lo que le ocurre a esta novela, donde Cerdán realiza un recorrido en clave de género negro por una de las ciudades turísticas más importantes de España. Lo primero que llama la atención es el detalle con el que nos describe la parte más oscura de esa ciudad por donde se mueve el protagonista de la novela. Claudio no escatima en detalles y cualquier lector -aunque no conozca Alicante- se sentirá metido de lleno en esta ciudad nada más pasar la primera página de esta novela. Porque esta ciudad es una de los dos protagonistas de El país de los ciegos, el escritor le ha dotado a esta Alicante de ficción de una fuerte identidad propia y hay momentos en los que parece estar viva. Algo que se encarga de remarcar con la narración en primera persona que realiza Durán "El Tuerto", quien a la postre es el otro protagonista de esta novela.

Al igual que ocurre con esta versión de Alicante, Durán tampoco es que sea un prodigio de virtudes y el autor nos lo presenta como una persona de moral más que dudosa metida en mil y un asuntos sucios al margen de la ley. El tipo, se le ponga como se le ponga, es malo; sin embargo, Claudio Cerdán hace que le tengamos hasta cariño. Y todo porque el novelista tiene tanto desparpajo a la hora de crear personajes carismáticos que, al final, poco nos importa a los lectores que sean unos delincuentes a los que en la vida real no nos atreveríamos ni a pasear por la misma acera que ellos.

El resto de los personajes que pululan por la novela son de la misma calaña que El Tuerto. Todos son un prodigio de la construcción y Cerdán no traiciona nunca lo que son para darle al lector "acomodado" un final o un giro complaciente que los redima ante sus ojos. Son lo que son y se los toma o se los deja.

En cuanto a la historia, hay que alabar lo buen contador de historias que es Claudio Cerdán. La premisa de la que parte "El país de los ciegos" es la de un hombre que sale de la cárcel e intenta volver a introducirse en el mundo del crimen, trata de evitar la venganza de alguien que tiene algo contra él... Son todos elementos muy reconocibles dentro de la novela de género negro, es cierto. Lo que ocurre es que Claudio Cerdán es ¿lo repito otra vez? MUY bueno, escribe diálogos magistrales, sus idas de pinza que despliega a lo largo del argumento rayan la genialidad y tiene tanta maña que entiende cómo darnos como nuevo cualquier argumento del que ya hemos leído muchos relatos.

Así, este "El país de los ciegos", se convierte en uno de los principales valedores del género negro escrito por autores españoles de la actualidad. Seguid la pista de ese tal Claudio Cerdán, que llegará lejos.

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Sobre esta entrada

Esta página contiene una sola entrada realizada por Jose Luis Mora y publicada el 11 de Agosto 2011 5:32 PM.

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