Responsable de largometrajes como Memorias del ángel caído o de TV movies como El crímen de los marqueses de Urquijo, el miembro de la Academia del Cine Fernando Cámara acaba de ver publicada NecróParis, su primera novela, en la joven editorial NGC Ficción! Por esta razón, hoy en Sueños de un espectador charlamos con él sobre esta novela y, también, sobre algún proyecto que tiene en mente.
-La primera pregunta creo que te la habrán hecho mil veces. ¿Qué fue lo que te animó a escribir esta novela?
Un impulso. Y un momento de quietud. Se retrasó un rodaje y mientras esperaba, me asaltó violentamente la novela. Aunque supongo que el origen fue el viaje a París que hice con mi mujer. Para el lector queda discernir lo que es real y lo que no. Pero seguro que se equivoca en muchas apreciaciones.
-De tantas editoriales como hay, ¿por qué decidiste publicar tu novela en NGC Ficción!, una editorial tan nueva como modesta?
David G. Panadero, escritor, lector, crítico y, sobre todo, amigo, leyó la novela y no paró de buscarle opciones de publicación a través de certámenes. Finalmente, Pilar Barba, amiga suya, decidió lanzarse al mundo editorial en papel y David le sugirió una serie de títulos, entre ellos el mío. De cualquier forma, si, como bien dices, NGC ficción! es una editorial nueva y modesta, no menos nuevo y modesto soy yo en este ámbito, así que nos convenimos mutuamente. Y además, no creo que en ninguna gran editorial pudiera recibir la atención inmediata y constante que he tenido de mi buena Pily B.
-Viniendo del cine y de escribir guiones, ¿qué diferencias encontraste entre escribir un guión cinematográfico y la narración de una novela?
Una historia es una historia, la escribas, la cuentes o la pintes. El proceso narrativo es muy similar: partes de la idea, desarrollas una escaleta y luego te dejas llevar, incluso saliéndote del mapa algunas veces. Lo cierto es que NecróParis no podía ser cine por cuestión de presupuesto y por las complicaciones de hacer una película en el extranjero. Pero lo fundamental, lo que más diferencia a mi juicio las novelas del cine, es que la literatura te permite contar las historias desde dentro del personaje, acudir a reflexiones que inyectas cuando más te conviene y a mirar con amplitud de puntos de vista en una misma escena. En ese sentido, NecróParis es claramente novela, a pesar de que ocurran cientos de cosas y haya mucho movimiento.
-Supongo que ya te habrán dicho que tu lenguaje es muy "cinematográfico", ¿cómo lograste contar tantas cosas que pasan, de una forma tan sencilla como directa?
Supongo que tantos años de guionista han tenido su efecto. Una cosa que es más propia del cine que de la literatura es la concisión. Una película es básicamente un relato breve, bien disparado, y que intenta no irse por las ramas, sino cumplir con el desarrollo de un problema concreto. De todas formas, aunque en la base de su construcción NecróParis tiene ese pulso que tu comentas, ágil y lleno de situaciones, no es para nada un guión, sino una novela, e incluso demasiado estilizada en su minimalismo. No se duerme en descripciones porque intenta que el espectador tenga todo el espacio posible para situarse en medio, contrariamente al cine que lo da todo cerrado.
-El hotel de "Necróparis" está plagado de maniquíes. ¿Tienen algún significado especial?
Mis propias pesadillas de niño, plagadas de maniquíes femeninos de Galerías Preciados. Los de El Corte Inglés no me causaban el mismo miedo, y todavía no sé la razón. Como comento en la propia novela, este tipo de miedo tiene nombre: "automatonofobia".
-Siguiendo con neuras, Dani, el protagonista masculino parece ser un saco de neuras y obsesiones, ¿te fijaste en alguien en concreto?
Pues sí, en alguien muy cercano: yo. Entre otras muchas cosas, NecróParis es un catálogo de mis miedos, desde la infancia hasta los más recientes, como el terrible aroma a tensión que se respira en los subsuelos de la sociedad. De alguna forma, al mostrar tus miedos, compartes con los demás angustias similares. No estamos tan solos como creemos en el universo del terror.
-Y luego está su historia de amor con Eva...
Eje central de la historia. Para que los personajes tengan fuerza y uno pueda sufrir por ellos, es importante que se te amarren bien, y que ellos mismos funcionen entre sí. De alguna forma, esta novela es como Dos en la carretera... al infierno. Un repaso existencial de un matrimonio de mediana edad. Sus crisis cuarentonas, sus problemas, sus miedos, sus necesidades... todo ello en medio del imposible circo de horrores que les toca vivir en París.
-El París que retratas, como comentas, es bastante gris y oscuro. ¿Crees que lo que describes sobre esta ciudad en tu novela podría llegar a ocurrir algún día?
Hay muchas cosas que seguro que ocurrirán. Y lo afirmo porque de hecho ya han ocurrido en el pasado, y la historia siempre tiende a repetirse. Cada día tengo más claro que el mundo no es más que una repetición constante de modas: cada vez que vuelven los pantalones campana, los ciudadanos cambian de signo político por hastío, las películas se repiten, los hijos procrean nietos y los nietos tienen hijos, vuelven los mismos odios y enfrentamientos engañosamente enterrados, nos partimos la cara unos a otros y nos silenciamos pacíficamente unos años, hasta que en el escaparate de la tienda de abajo vemos, ¡oh, no! ¡Otra vez los pantalones campana! C'est la vie.
-Con una historia tan rica en detalles como delirante y obsesiva, ¿te resultaba difícil desconectar de ella cuando dejabas de escribirla?
Fue una redacción impulsiva, casi dictada por mis dedos, que iban más rápido que mi cabeza. Ni siquiera al desconectar abandonaba ese lugar fundado en la novela que no es tanto París como "mi París". Pero al menos fue una redacción rápida, que fundamentalmente pretendía preservar con palabras el ambiente vivido en aquel viaje. Y digo ambiente, no sucesos, porque como comprenderás...
-Para promocionar "Necróparis" se rodó un cortometraje. ¿Lo has visto, qué te ha parecido?
Sí, lo vi el día de la presentación en la Casa del Libro. No tiene nada que ver con la novela, pero Pily siempre rueda un cortometraje de tono humorístico para cada lanzamiento, lo que contribuye a tener la web viva. Reconozco que yo no soy un espectador muy gore y el corto destila sus propias sangres. Pero es una pieza hecha con cariño y, como siempre digo, no hay fotograma fácil de obtener, ¿verdad?
-¿Te atreverías a rodar "Necróparis" en forma de largometraje?
No. Yo ya he vivido esta historia al escribirla y me sentiría tremendamente perezoso para reconfigurarla en la realidad, con toda la energía que hay que ponerle. Lego la batuta a quien se sienta dispuesto a dirigir esta brutal sinfonía de difícil financiación.
-Ahora, te dejo un pequeño espacio para que intentes convencer a nuestros lectores para que se compren y lean tu novela...
Yo sólo puedo asegurarles que por 16 sencillos euros, harán el viaje de su vida. Visitarán un París tétrico, mágico, no del todo real. Aunque... ¡busca las diferencias!
-¿Tienes pensado escribir más novelas? ¿Serían del estilo de este "Necróparis"?
Me gustaría pensar que sí voy a escribir más novelas, pero me temo que esto ha sido un pequeño cañonazo en mi existencia. Se disparó casi sin querer porque tenía algo genuino, intenso, personal... No sé si volverán a darse las circunstancias. Y de darse, no estoy seguro de que el mismo estilo volviera a repetirse. ¿O sí?
-¿Y puedes contarnos algo sobre futuros proyectos que estés preparando en forma de largometraje?
En el cine siempre tengo cuatro o cinco proyectos en el aire, para que, con suerte, salga alguno muy a largo plazo. Hay que estar jugando a los platos chinos con cada guión, en cada productora, en cada momento. Así que no querría agotar a tus lectores detallando cada uno de ellos, y no por falta de ganas.
-Eso es todo, gracias por la amabilidad que has tenido con nosotros.
Amabilidad la tuya por dejarme hablar en tu gran tribuna de Sueños.
Jose Luis Mora
Ficha de NecróParis en NGC Ficción!
Página oficial de Fernando Cámara
Escribir un comentario