El tiempo es algo extraño. No tengo tiempo para escribir en este blog, pero sin embargo tengo tiempo para participar en foros, comentarios y listas de correo. Reciclo aquí para post una de mis intervenciones en el DC a Gritos donde respondo a si todo el Green Lantern anterior a Johns era "un truño" (sic)
Me salto todo lo de Alan Scott y empiezo con Hal Jordan. La serie de
Green Lantern de los 60 estaba bastante bien... siempre y cuándo te
guste la DC de los 60, claro. En mi opinión era algo mejor que Batman
o Flash y mucho mejor que JLA y Wonder Woman (y de series menores como
Hawkman o Aquaman para qué hablar). En mis gustos (cada uno tendrá los
suyos) solo está por debajo de Superman y los Adventures de la Legión
Luego
llega lo de O'Neil-Adams, etapa mítica y blablabla. Leída ahora suena
falsa, pretenciosa y teatrera, pero en su contexto era la pera
Los
años 70 es una época gris en que el título cerró y GL aparecía como
complemento de Flash. Ni fu ni fa. La serie estaba atascada en la
mediocridad incluso cuando recuperó título propio... y aquí ya
empalmamos con Zinco
Zinco empieza con la etapa mala de GL
(salvada por algunos complementos de GL Corps), recibe un revulsivo con
la breve etapa de Wein/Gibbons (que retiran a Hal y le dan el
protagonismo a John Stewart... una etapa que prometía mucho) para a
continuación pasar a Englehart, que combina momentos brillantes con
otros de vergüenza ajena (marca de la casa en el Englehart de los 80).
La serie se renombra a Green Lantern Corps y cierra para integrarse en
el Action Comics semanal
Lo del Action semanal me lo salto, es la única etapa de GL que no me he leído
Renumeración
y rearranque, en que aparecen tres series de GL: una para Hal (con
Gerard Jones, estaba bastante bien), otra para John (que cierra en dos
patadas) y otra para Guy (que empieza bien, pero degenera rapidamente
presa de un ataque de noventerismo). Los noventa alcanzan también a la
serie de Hal Jordan a la altura del 50, y llega Kyle a la serie. Su
etapa, bastante inferior a todo lo hecho de Wein en adelante, arranca
con un discreto Ron Marz, alcanza sus mejores números con Winick (el
Winick bueno, no el de ahora) y degenera hasta casi lo ilegible con Ben
Raab. Marz vuelve para cerrar la serie y los hilos sueltos que quedaban,
y, después de lo de Raab, da gloria leerlo
Y entonces llega el
Reborn y todo lo de detrás. Johns, en mi opinión, alterna episodios
majetes y prometedores (sobre todo el inicio) con otros en que va con el
automático puesto (sobre todo los últimos, los de los mil anillos de
colores)
En resumen: que no hay que despreciar todo lo
anterior a Johns en su conjunto, que ha tenido altibajos, como todas las
series, pero los "altis" merecen mucho la pena